El sur de Francia está sucumbiendo a incesantes incendios, donde la gente se está viendo con la necesidad de desplazarse, con calles bloqueadas y vuelos cancelados.
El alcalde de la localidad, Michel Amiel, afirma que tienen muchas dificultades para mantener todo bajo control, ya que el fuego se propaga con rapidez y se acerca a las áreas urbanas. Los viajes tanto en carretera como aéreos han sido cancelados y que los habitantes a los lugares cercanos no salieran y cerraran puertas y ventanas, para evitar el humo tóxico.
168 bomberos, dos helicópteros y 68 motores fueron enviados para apagar los fuegos de 350 hectáreas afectadas. Los bomberos confirman que la situación es difícil de controlar; empeorando así las olas de calor y fuertes vientos que venían ocurriendo en semanas pasadas. “La velocidad de propagación del fuego, que ya ha recorrido 30 hectáreas, es muy rápida”, indicaron los equipos de emergencia a AFP.
Un caso similar sucede cerca de Narbona, con un incendio de 2.000 hectáreas en el bosque próximo a la ciudad. Según las autoridades, ya se han enviado bomberos a la zona y se han evacuado a habitantes, varios de estos bomberos resultaron heridos haciendo su labor. Este ya es el tercer incendio que se registra en la semana; el primero aún se desconoce qué lo causó.
Los incendios afectan de sobremanera a los habitantes, como a Nathalie Bueno, dueña de una caballeriza que se quedó encerrada en su auto con sus perros y dejando atrás a 43 animales: “Lo he perdido todo. Estoy en mi auto con mis seis perros. Tenemos caballos que murieron en el incendio, los vecinos nos ayudaron a salvar unos 30”.
La alcaldía de Marsella subraya la importancia de tener todas las debidas precauciones para evitar la menor destrucción y decesos posibles. Los científicos lo atribuyen al cambio climático tan drástico que ocurre con el paso de los años con una intensidad, duración y frecuencia que va incrementando, favoreciendo a los incendios forestales.
Fuente: Infobae