El canciller del régimen chavista Yván Gil, por su parte, calificó los anuncios estadounidenses como una “grave amenaza militar”

Agencias / La Voz de Michoacán

Washington, Estados Unidos. La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, informó este miércoles que la Justicia estadounidense ha confiscado activos por valor superior a 700 millones de dólares pertenecientes a Nicolás Maduro, a quien calificó como el “cabecilla de una sociedad criminal” en Venezuela.

En declaraciones a la cadena Fox News, Bondi detalló que la operación representa la mayor incautación de bienes relacionada con el dictador venezolano hasta la fecha.

Bondi explicó que la lista de activos incautados incluye “dos jets multimillonarios, varias casas, una mansión en República Dominicana, casas multimillonarias en Florida, una granja de caballos, autos, nueve vehículos, millones de dólares en joyas y efectivo”.

La fiscal subrayó que estas acciones se enmarcan en la lucha estadounidense contra el crimen organizado trasnacional. “Esto es crimen organizado, no es diferente de la mafia. Y los activos relacionados con Maduro superan los 700 millones de dólares en total, los cuales ya hemos incautado, pero su régimen de terror continúa”, declaró.

La funcionaria confirmó también el incremento de la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro, situándola en 50 millones de dólares, “la más alta de la historia”, según señaló Bondi durante la entrevista. Estados Unidos había anunciado el pasado 7 de agosto la duplicación de esta recompensa respecto a los 25 millones previamente ofrecidos.

Bondi reiteró en sus declaraciones que Maduro “es uno de los mayores narcotraficantes del mundo” y lo acusó de utilizar organizaciones terroristas extranjeras como el Cártel de los Soles para introducir “drogas letales y violencia” a territorio estadounidense. Asimismo, la fiscal afirmó que “a pesar de las grandes incautaciones, esta operación criminal sigue funcionando”.

Horas después del anuncio del aumento de la recompensa, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una directiva que autoriza a las Fuerzas Militares de Estados Unidos a emplear su capacidad armada contra carteles de droga latinoamericanos designados como organizaciones terroristas, incluyendo el Cártel de los Soles, relacionado, según Washington, con Maduro, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López.

Según el secretario de Estado Marco Rubio, la designación de estos grupos permite a las autoridades norteamericanas actuar contra ellos “como amenazas a la seguridad nacional” y no solo bajo el marco legal de delincuencia organizada. Rubio argumentó: “Esos cárteles se extienden desde el régimen de Maduro en Venezuela, que no es un gobierno legítimo; no reconocemos la legitimidad del régimen de Maduro. Es una organización criminal, que abarca hasta los diversos cárteles que operan en México, Ecuador y Guatemala”. El funcionario sostuvo que estas bandas criminales cuentan con un armamento y estructura comparable a grupos terroristas.

Desde Venezuela, Maduro anunció este martes el inicio de una “ofensiva especial” destinada a reforzar la seguridad en los 24 estados del país y en Caracas, incorporando fuerzas civiles, militares y policiales. Según el dictador chavista, el plan supone la integración de circuitos comunales y la “fusión popular-militar concreta en el terreno” mediante la ampliación de los llamados cuadrantes de paz.

El canciller del régimen chavista Yván Gil, por su parte, calificó los anuncios estadounidenses como una “grave amenaza militar” y denunció ante el cuerpo diplomático en Caracas que Estados Unidos busca utilizar el combate al narcotráfico como pretexto para “convertir a Latinoamérica en un nuevo escenario de guerra colonial”. Gil pidió a la comunidad internacional repudiar lo que definió como “actos terroristas propiciados por el Gobierno de EEUU y sus aliados fascistas de la derecha venezolana”.

En respuesta a las acusaciones, Gil expresó: “La dignidad de nuestra patria no está en venta”. Y tachó la recompensa de “burda operación de propaganda política”. Además, remarcó que Venezuela continúa “desmontando tramas terroristas que se orquestan” desde territorio estadounidense.

En febrero, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó al grupo criminal venezolano Tren de Aragua en su lista de organizaciones terroristas extranjeras, junto a la MS-13 y varios cárteles mexicanos. El incremento de la presión judicial, financiera y diplomática sobre Maduro responde a la política sostenida del gobierno de Estados Unidos de aislar al mandatario venezolano y a su círculo de colaboradores cercanos, así como de atacar las redes transnacionales de tráfico ilícito que Washington atribuye al régimen de Caracas.