Según El Lobo, en 2005 El Menchito ya comenzaba a operar el tráfico de marihuana, metanfetamina y cocaína inducido por su propio padre
Agencias / La Voz de Michoacán
Estados Unidos. Óscar Nava Valencia, El Lobo, ha sido el primer testigo colaborador que la fiscalía estadunidense llamó a testificar en contra de Rubén Oseguera González, El Menchito. Los fiscales le solicitaron reconocerlo, y sin dudar un momento, El Lobo lanzó la mordida.
“Rubén Oseguera González, le decían alias Menchito”; señaló El Lobo al hijo de El Mencho, a quien también reconoció como el número dos de Nemesio Oseguera, que en ese momento era el jefe de plaza del Cártel del Milenio en Puerto Vallarta, Jalisco.
Nava Valencia aseguró que conoció a El Menchito en 2005, en Guadalajara. “En las reuniones que teníamos con su papá, con sus tíos, ahí me lo presentaron”, recuerda.
Según El Lobo, El Menchito ya comenzaba entonces a ser operador de tráfico de marihuana, metanfetamina y cocaína inducido por su propio padre.
“Hablábamos de trabajo, de tráfico de drogas y de la enemistad que teníamos con La Familia Michoacana y Los Zetas”, recuerda El Lobo Nava sobre esos encuentros, pues asegura que El Mencho y su grupo también estaban encargados de proveer seguridad para los cargamentos de droga, pues mantenían una guerra con otros cárteles. “Eran para que se empapara de las cosas, del negocio, tanto del papá como de la empresa (…) lo veía frecuentemente, más o menos una vez al mes”, añadió Nava.
Según Nava Valencia, para antes de su detención en 2009 y junto a sus operadores, como El Mencho, lograban transportar cinco toneladas de marihuana, cinco toneladas de cocaína y entre una y dos toneladas de metanfetamina al mes a Estados Unidos, Europa y el interior de México.
“Le rendían cuentas a Menchito y a su papá”, aseguró Nava Valencia, quien explicó que, para entonces, el grupo de El Mencho tenía al menos 200 personas trabajando directamente para ellos. “Daban seguridad y también manejaban el narcomenudeo y se encargaban de estar recibiendo y enviar las drogas”, añadió.
Para 2008, aseguró Nava, el cártel incursionó en el tráfico de metanfetamina por iniciativa de El Mencho: “Ya empezaban a trabajar en eso y nos propuso la idea”, en la cual, según El Lobo, El Menchito también tenía intereses: “sí, también estaba involucrado”.
La idea del negocio fue aprobada por El Lobo, quien estaba al frente del cártel, y se volvió un proyecto millonario. Aseguró que lograron ganar 200 millones de dólares en un año. Para ello, El Cártel del Milenio se encargaba de proveer precursores químicos y efedrina al Mencho y a su hijo para la producción de metanfetamina.
Según reveló el testigo, la ruta principal de El Mencho y El Menchito para sus drogas era enviarlas por avión a Tijuana, después cruzarlas vía terrestre a California y de ahí distribuirlas a Los Ángeles, Atlanta, Georgia, y Texas.