De padre orensano y madre con descendencia zamorana, Terry conjuga una asombrosa mezcla de dulzura y portento.
Rita Gironès colaboradora de La Voz de Michoacán
De padre orensano y madre con descendencia zamorana, Terry conjuga una asombrosa mezcla de dulzura y portento. Nació en Ciudad de México y conoce la República mexicana como la palma de su mano. La ha recorrido con la capacidad amorosa del andariego: caminar sin descanso, pero dejándose sorprender también por la sombra de un árbol. Juntamente con su compañera de vida, ha recorrido 350 mil kilómetros. En total se acerca a los 3 millones de kilómetros descubriendo más de 16 mil locaciones para filmar. Su percepción del mundo es inmensa y, como un prodigio luminoso, se renueva en cada trecho, en cada proyecto audiovisual donde se ha visto inmersa. En su sonrisa y su abrazo, podrás ver los 4 rincones del mundo: norte, sur, este y oeste.
¿Qué querías ser de niña?
Qué buena pregunta. Quería viajar, ese era mi objetivo. Nunca pensé en tener hijos, yo quería viajar. ¿Cómo? No lo sabía, pero quería viajar. Nadie me había hecho esa pregunta (risas). Mis padres viajaron muchísimo y vivieron en varios países: Venezuela, EEUU, Cuba… Mi hermana también viajaba muchísimo. Mi primer viaje fue a los 9 años. Siempre tengo que estar en movimiento… Una tía abuela mía asturiana decía: “Mi vida tiene que estar en movimiento sino me muero”, ¡y creo que heredé eso!
¿Qué quieres ser ahora?
Quiero impulsar la industria audiovisual en México para que la gente se dé cuenta qué país tan rico tenemos cuando se logran comisiones de filmaciones que sí funcionan, que sí ofrecen facilidades. Daré unas pláticas sobre turismo audiovisual para darnos cuenta de la potencia que tenemos como país, ¡estamos muy mal aprovechados! Michoacán necesita y debe promocionarse más; promocionarse en festivales, asistir a expo-locaciones, promover este destino es increíble, además aquí hay un clima extraordinario, hay arquitectura, etc, y sobretodo y lo más importante, gente cálida y resolutiva.
Principal rasgo de tu carácter.
Te diré varios: la paciencia y la impaciencia. La puntualidad. Soy honesta, fiel, leal y comprometida. Soy muy apasionada y nada envidiosa. ¡Y no me gusta pasar un día sin que algo me inspire o algo me sorprenda!
¿En qué suma el desarrollo audiovisual a un mundo tan caótico como este?
En muchísimas cosas, pero principalmente puede ser una herramienta de conocimiento en todos los ámbitos: cultural, gastronómico, de historia, de psicología, de arquitectura…
¿Cocinas normalmente? ¿Tienes buen sazón?
(Risas) Sí, y seré muy honesta. Antes de la pandemia, ¡hasta el agua caliente se me quemaba! Durante la pandemia hice mi primer arroz y ahora no solamente cocino eso, hago arroz con gambas, mejillones, cangrejos, patas de cangrejo, toda la cocina del mar. Solomillo al ajillo, ¡sí tengo buen sazón! Mi madre ganó premios internacionales de cocina. Sin embargo, nunca supe cocinar hasta ahora que lo descubrí. Me gusta mucho la cocina española y de mar.
¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres?
Me gusta jugar. Ver documentales. Estudio chino a partir de la pandemia, la cultura china me encanta, China es descubrir un universo.
Si pudieras conversar con alguien histórico, ¿quién sería y de qué platicarían?
He tenido la oportunidad de sentarme con personas muy interesantes. Pero te diría que con Sócrates o Platón. Quisiera entender mejor al ser humano… A cualquiera de los dos lo invitaría a comer arenques o un arroz con gambas y un buen pan (risas).
¿Qué cualidad admiras en las personas? ¿Y qué detestas en los demás?
Admiro en las personas el compromiso, para mí es fundamental. Me gustan la puntualidad, el hacer las cosas. Quien no da resultados, da explicaciones. Y no me gusta la mediocridad, la ambivalencia, la mentira, el engaño, el robo.
¿Pensaste alguna vez en tirar la toalla y dedicarte a otra cosa?
Sí, sobre todo cuando he tenido que enfrentarme a autoridades. Bueno, fui parte fundamental para hacer la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México y muchas veces me preguntaba: ¿por qué no dejo de sufrir tanto y mejor no me dedico a otra cosa? Pero es lo que me gustaba y sé hacer. Fueron años de mucha desesperación y me costó dos operaciones, pero después de todo aquí estoy.
¿De qué te sientes orgullosa?
De muchas cosas. De lo que he logrado, de lo que he visto, de lo que lucho día con día. Trato de ser siempre mejor, aunque no lo logre, pero creo que el hecho de intentarlo ya es un avance en la vida. Y de seguir conociendo, de seguir sorprendiéndome ante el mundo.
¿Te arrepientes de algo?
Me arrepiento de lo que no he hecho o de lo que no hice en su momento. Te voy a confesar algo que no viví y fue por descuidada: me faltó vivir un partido de Hugo Sánchez cuando jugaba en el Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Por aquel entonces, yo estaba en España, nunca se me ocurrió y me hubiera encantado.
¿Qué es para ti la Cultura, Terry?
Es nuestro vivir cotidiano, es lo que ves todos los días. Sales a la calle y ahí está. Abarca todo, cómo vive la gente, cómo baila, cómo se expresa, qué come, qué estudia y quiere aprender, cómo se mueve… Y hablando de movimiento, como te decía al principio, eso es: la Cultura es movimiento.
