Una de las recientes propuestas del partido Justicia y Desarrollo (AK Party) de implementar la eutanasia para perros callejeros no adoptados en un plazo de 30 días, ha desatado un intenso debate en Turquía.
Sin embargo, dicha medida atroz para la mayoría, está destinada a abordar la creciente preocupación por la seguridad pública, la cual refleja tensiones profundas entre la necesidad de proteger a la comunidad y el respeto por los derechos animales.
Es preciso mencionar que de manera histórica, Turquía ha mantenido una relación compleja con sus animales sin hogar. A diferencia de otros países europeos, en donde la eutanasia es común para controlar las poblaciones de perros callejeros, Turquía ha mostrado una tolerancia cultural hacia los animales sin hogar, permitiendo su presencia en las calles y proporcionando refugio y comida a través de varias iniciativas comunitarias.
Sin embargo, han existido varios incidentes trágicos, como son los ataques de perros a ciudadanos, lo que ha llevado a un cambio en la perspectiva pública. La muerte de un menor de 10 años en Bitlis, quien fue mordido por un perro con rabia, fue lo que intensificó el clamor para soluciones definitivas.
Ante esto, el gobierno turco ha propuesto una legislación que permitira la eutanasia para perros no adoptados después de un período de espera de 30 días. Poniendo en peligro la vida de millones de personas.
Sin embargo, dicha medida busca reducir el riesgo de ataques y controlar la población de perros callejeros, lo cual ha sido objeto de críticas por parte de activistas y organizaciones de derechos de los animales, quienes abogan por enfoques más humanitarios, como es la esterilización y la educación sobre la tenencia responsable.
Cabe mencionar que a pesar de que la ley busca controlar la población de perritos callejeros y a su vez reducir los posibles riesgos para la salud pública y la seguridad ciudadana, aún contemplan la posibilidad de implementar otra estrategia, como castrarlos.
Fuente: Debate