Explorando la dieta basada en megafauna de los primeros habitantes de Norteamérica durante la Edad de Hielo.
Durante la última , los primeros pobladores de Norteamérica incluyeron predominantemente a los mamuts en su dieta, según revelan investigaciones recientes que proporcionan evidencias directas sobre los hábitos alimenticios de estos antiguos humanos.
Un equipo de científicos analizó la alimentación de una mujer que vivió hace aproximadamente 12,800 años, utilizando marcadores químicos encontrados en los huesos de su hijo de 18 meses, hallados en el sur de Montana.
Dado que el niño aún se alimentaba de leche materna al momento de su fallecimiento, los huesos reflejaban la dieta materna.
La Dieta en la Edad de Hielo
Los estudios indicaron que la dieta de la madre estaba compuesta en su mayoría por carne de megafauna, principalmente mamuts, que representaban cerca del 40% de su ingesta.
Otros animales como alces, bisontes, camellos y caballos también formaban parte de su alimentación, mientras que los pequeños mamíferos y las plantas tenían una presencia mínima.
“La megafauna, especialmente los enormes mamuts colombinos, eran una fuente vital de carne y grasa, sustentando a comunidades enteras durante períodos prolongados”, comenta James Chatters, arqueólogo de Applied Paleoscience en Bothell, Washington y coautor del estudio publicado en Science Advances.
Estos mamuts colombinos, parientes de los elefantes modernos, alcanzaban hasta 4 metros de altura y pesaban hasta 11 toneladas.
La Cultura Clovis
La mujer y su hijo eran parte de la cultura Clovis, que se remonta a unos 13 mil años atrás.
Este grupo nómada estaba equipado con artefactos como grandes lanzas de piedra y herramientas especializadas para desgarrar carne.
Los hallazgos subrayan que los Clovis, descendientes de migrantes que cruzaron desde Siberia a Alaska, se enfocaron en cazar grandes animales.
Esta táctica les permitió colonizar rápidamente el continente americano siguiendo las migraciones de sus presas.
“Estos hallazgos también nos ofrecen perspectivas sobre las extinciones de megafauna al final de la Edad de Hielo, sugiriendo un impacto significativo de la actividad humana”, afirma Ben Potter, arqueólogo de la Universidad de Alaska Fairbanks y coautor del estudio.
Los Clovis vivieron en un momento crítico en Norteamérica, con el cambio climático reduciendo los hábitats de grandes herbívoros, que no estaban acostumbrados a enfrentarse a cazadores humanos tan avanzados.
“Al enfatizar la caza de megafauna, estos primeros americanos intensificaron el estrés ecológico en estas especies, elevando las chances de su extinción”, concluye Potter.
Los restos del niño, conocido como Anzick Boy, fueron descubiertos en 1968 cerca de Wilsall, Montana.