El regidor de Morelia, Salvador Arvizu, señaló que el teleférico es un “negocio redondo” y critica la cesión de dos terrenos municipales al proyecto
Morelia, Michoacán.- El regidor Salvador Arvizu Cisneros cuestionó la cesión en comodato de dos predios municipales al Gobierno de Michoacán para la construcción del teleférico en Morelia, al afirmar que el proyecto responde a intereses económicos y políticos antes que a una verdadera necesidad de movilidad para los ciudadanos.
“Traen un negocio completamente hecho”, acusó Arvizu al criticar la rapidez con la que se autorizó el comodato por 99 años, mientras persisten problemas graves de transporte en la ciudad.
“¿Cómo es posible que en unos cuantos días autoricen un teleférico, pero no resuelvan la crisis de transporte en Villas del Pedregal y Villas de Oriente?”, reclamó.
El regidor cuestionó la contratación de empresas extranjeras para la construcción del teleférico, al tiempo que el Gobierno del estado sigue sin resolver la precariedad del transporte público en Morelia.
“Qué casualidad que contratan a una empresa de Europa y no de Morelia”, expresó, sugiriendo que la obra es parte de un negocio previamente pactado.
En un tono más crítico, Arvizu Cisneros acusó al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla de utilizar recursos públicos para favorecer intereses políticos.
“Feliciten también al gobernador por esos ‘pinches bailes’ que hacen para lavar dinero”, dijo, refiriéndose a eventos organizados por el gobierno estatal que, según él, sirven como fachada para el desvío de recursos.
El regidor también señaló que, más allá de la polémica, el problema de fondo sigue siendo la falta de soluciones reales para la movilidad de los morelianos.
“Seguimos viviendo en el capricho de unos cuantos. ¿Dónde quedan los ciudadanos que a diario tienen que usar el transporte público?”, cuestionó.
A pesar de los señalamientos, el pasado jueves Cabildo aprobó por unanimidad la cesión de los predios.
Minutos antes de la discusión, el presidente municipal Alfonso Martínez Alcázar se retiró de la sesión argumentando que debía atender otros asuntos, lo que evitó que asumiera directamente el costo político de una decisión que ha generado rechazo entre vecinos y transportistas.
Mientras algunos regidores defendieron el teleférico como una obra de modernización, la postura de Arvizu evidenció la inconformidad de quienes consideran que el proyecto beneficia a unos cuantos y deja sin resolver la crisis del transporte público en Morelia.