Explora el impacto de la generación beat en la literatura y la cultura, desde sus raíces en Nueva York hasta su influencia en la contracultura contemporánea.
“Beat”, un término que evoca cansancio y también el ritmo vibrante del bebop, un estilo de jazz acelerado y tenso. Además, “beat” sugiere un estado de felicidad o “beatífico”. Para muchos, representan otra “generación perdida”, destacando por su simbolismo más que por sus logros literales. Recientemente falleció Lawrence Ferlinghetti, el último de sus miembros.
El movimiento beat tuvo sus raíces en la en Nueva York, con figuras como Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Lucien Carr. Greenwich Village en Nueva York fue su primer escenario, un epicentro de jazz y marihuana, donde interactuaban con artistas como Jackson Pollock. San Francisco también jugó un papel crucial, especialmente durante la famosa Six Gallery Reading de 1955. La carretera simbolizaba el ideal beat de una vida nómada.
“En la carretera” de Jack Kerouac se considera el mito fundador del movimiento, junto con “Los vagabundos del Dharma”, explorando temas de espiritualidad y rebeldía. México y el Oriente fueron destinos clave por sus drogas y filosofías exóticas. Ginsberg y otros como Gary Snyder, quien pasó tiempo en monasterios japoneses, estaban profundamente involucrados en la búsqueda espiritual y el uso de sustancias psicoactivas.
La década de 1950 en Estados Unidos, marcada por la prosperidad económica, presentaba un contraste con la visión crítica de los beats, como refleja el poema “Aullido” de Ginsberg. Este poema y otros trabajos de la generación beat, como “On the Road”, se convirtieron en manifiestos de su tiempo.
La influencia de los beats se extendió a la literatura, el periodismo, el cine y la música, inspirando a figuras como John Lennon y Bob Dylan. Su legado continúa en la cultura contemporánea, siendo pioneros de la contracultura y el movimiento hippie, con un enfoque en la expansión de la conciencia y la crítica a la sociedad capitalista. A pesar de las tragedias personales, como la de Burroughs en México, su impacto cultural es indiscutible.
Los beats, con sus diferencias individuales, compartieron temas comunes y una actitud que los unía. Figuras como Gregory Corso y Gary Snyder, aunque enfocados en diferentes aspectos de la vida, desde la poesía urbana hasta la naturaleza, todos contribuyeron a un movimiento que desafió las normas y exploró nuevos horizontes artísticos y personales.