Morelia, Michoacán, 18 de agosto de 2024.- En tu vida. La fe de los creyentes ya no es eucarística, se está perdiendo la gran devoción al santísimo Sacramento, ya no tenemos las grandes, con gran fervor.
Muchos casi adoran a ídolos mundanos y vanos.
Dios habla. En el Evangelio, en el Evangelio Cristo termina la gran presentación del pan de Vida que nos da vivir para siempre.
Seguimos con el discurso del Pan de Vida en el Evangelio de Juan.
Cristo en la sabiduría del Antiguo Testamento que “se ha edificado una casa, ha preparado un banquete” e invita a la gente.
Pablo nos da en la carta a los Efesios consejos prácticos para vivir nuestra fe, y 100 el Espíritu Santo.
Cristo se presenta: “yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo el que, de este pan vivirá para siempre. “
Es el misterio de la misa, de la comunión en la que participamos todos los días.
El fruto de la comunión es la inhabilitación de Dios-Cristo en nosotros. “El que come mi carne y vermis sangre permanece en mí y yo en él,” estamos en la fuente maravillosa, divina y eterna, “el que, de este pan vivirá para siempre”.
Estamos ante el gran misterio pascual, celebramos el memorial en la misa. Lo adoramos en el santísimo Sacramento del Sagrario.
Necesitamos avivar nuestra fe en este maravilloso tesoro, ser contemplativos, adoradores y darle mucho tiempo a Cristo presente en la eucaristía.
Cristo en tu vida. En este mundo de muchos bienes materiales, trabajo y negocios necesitamos darle mucho tiempo a Dios y a Cristo en la eucaristía. No basta la misa del domingo, a veces distraídos.
Cristo en la misa. La misa cumple la promesa de Cristo, “el que come mi carne y bebe mi sangre…”. Entremos al misterio en adoración.