“Recuérdame, aunque tenga que emigrar. Recuérdame, si mi guitarra oyes llorar. Ella con su triste canto te acompañará hasta que en mis brazos estés. Recuérdame”.
Jaime Vázquez
En el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, el 20 de octubre de 2017 se estrenó la película de animación Coco, producción de los Estudios Pixar distribuida por Disney y dirigida por Lee Unkrich (Cleveland, 1967).
Lee Unkrich trabajó como montador, codirector y guionista en algunos de los taquillazos de Pixar desde 1995, cuando Toy Story apareció en el mapa cinematográfico para adueñarse de la imaginación infantil.
Para la tercera entrega de la saga, Toy Story 3 (2010), Unkrich asumió la dirección del proyecto, que gracias a su explosivo recibimiento tuvo en 2019 una cuarta entrega, dirigida por Josh Cooley.
Toy Story 3 obtuvo el premio Óscar a la mejor película de animación de aquel año y fue el escalón para la realización de Coco, cinta con la que Pixar y su equipo de creativos miraron a México, sus personajes, cultura y tradiciones.
El propio Unkrich escribió la historia y el guion en colaboración con Adrián Molina, Matthew Aldrich y Jason Katz.
El equipo realizó diversos viajes a México, en especial a Oaxaca, Guanajuato y Michoacán, para tomar de la realidad mexicana los rasgos, identidades, lugares, personajes y tradiciones que conformaron finalmente la película.
La parte central del mensaje de Coco es la celebración que las comunidades realizan el Día de muertos, la fiesta-ceremonia que convoca a la remembranza, la veneración, la nostalgia, lo religioso y el mestizaje, la comida, las flores, la música.
Es precisamente la música uno de los personajes principales de la cinta. La banda sonora estuvo a cargo de Michael Giacchino (Nueva Jersey, 1967), cuya obra está en películas como Los increíbles (2004), Misión imposible III (2006), Ratatouille (2007) o la reciente producción española La sociedad de la nieve (2023), entre otras. Es la música un puente argumental que dota de emotividad a la película; ahí está el momento culminante: la canción “Recuérdame”, escrita por y
Para vivir la experiencia y realizar la investigación de campo, los creativos de Pixar visitaron algunas ciudades michoacanas. En Paracho, en la meseta purépecha, centro laudero, conocieron el universo artesanal de la madera. Un laudero michoacano, Germán Vázquez Rubio, radicado en Los Ángeles, California, se encargó del diseño de la célebre guitarra del niño Miguel, el personaje central de la película.
La flor de cempasúchil, los alebrijes, el papel picado y las calaveras, entre muchos elementos y símbolos de identidad, son parte de la historia de Miguel y su familia, habitantes de Santa Cecilia, ficticio pueblo inspirado en Pátzcuaro y en Santa Fe de la Laguna, con su parroquia de San Nicolás de Bari.
Alejado de la música por razones del destino y del abandono, Miguel sale a la búsqueda de su identidad y su pasión por las canciones de su pueblo, en particular por la figura de Ernesto de la Cruz, cantante vernáculo, el mejor del país, en el que adivinamos una mezcla de Pedro Infante, Jorge Negrete y Vicente Fernández.
Para ese viaje de autoconocimiento al lugar de los muertos que en mucho se parece a Tzintzuntzan, a la florida dimensión y hogar de las almas, Miguel se hará acompañar del perro Dante, un xoloitzcuintle callejero. La referencia a Dante Alighieri y la Divina comedia es más que evidente.
En el viaje de búsqueda por el Mictlán de la película, Miguel conocerá a Frida Kahlo, verá a Cantinflas, María Félix, Zapata y El Santo, rostros de nuestra iconografía.
La depositaria de la memoria, la eterna y dulce Mamá Coco, la tatarabuela, está inspirada en la señora María Salud Ramírez Caballero, quien falleció en 2022, de 109 años, en su natal Santa Fe de la Laguna.
La idea central de la película es honrar a la familia, hacer un homenaje a quienes nos antecedieron, acariciar el recuerdo de los ancestros, festejar su memoria, mirar las fotografías en el altar, el pasado vivo que en mucho define lo que ahora somos.
Es un reconocimiento a quienes se van, porque, como canta Miguel con la guitarra blanca a Mamá Coco: “Recuérdame, aunque tenga que emigrar. Recuérdame, si mi guitarra oyes llorar. Ella con su triste canto te acompañará hasta que en mis brazos estés. Recuérdame”.
Como recordamos estos días de noviembre a quienes siguen estando con nosotros en la memoria, en la tradición.
Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital zonaoctaviopaz. Autor del libro Michoacán en el cine. Episodios en la pantalla.