Morelia, Michoacán
El grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) no responde a una agenda dictada por el gobernador del estado ni por la bancada de Morena que aunque mayoritaria, no es dueña del legislativo, sostiene su coordinador Reyes Galindo.
“No hay una impoisición de agenda de parte de Morena o del gobierno hacia la bancada nuestra, las decisiones que hemos tenido han sido resultado del análisis, del consenso”, expuso en entrevista y recordó que su grupo parlamentario no ha coincidido con el partido oficial en todos los temas, como sucedió con la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Ocampo (UMSNH).
Por otro lado, con respecto a las diferencias que se hicieron patentes al cierre del primer período legislativo, luego de que se decidió retomar una sesión que ya había sido declarada concluida sin avisar a todos los diputados más que en algunos casos, a través de WhatsApp, consideró que Morena, con sus 14 diputados, más los de sus partidos aliados, el PVEM, con cinco; el PT, con cuatro y ahora el PRDM, con tres, tiene todos los elementos para obtener la mayoría en el marco de la legalidad y no necesita “imponerse a huevo”.
“El Congreso no es de Morena, merece respeto y la bancada mayoritaria tiene que ser respetuosa de los procedimienos del marco legal”, señaló el legislador.
También criticó que en ese grupo parlamentario -aunque sin mencionar el nombre del partido- los diputados tengan que pasar por el visto bueno de su coordinadora, Fabiola Alanís, antes de presentar sus iniciativas, pues es su derecho presentar lo que quieran y “la Junta de Coordinación Política no es ningún filtro”, por lo que en su bancada no se da esa práctica, aseguró.
“Si algún diputado plantea cualquier tema, el que sea, una jalada, tiene que ir al pleno del Congreso y entonces el pleno tendrá que decidir de manera soberana si se aprueba o no. Ese filtro que intentan algunos, hay una bancada que dice que todas sus iniciativas se las tienen que plantear a quien coordina, no chinguen”, dijo.
Ejemplificó que el podría, por ejemplo, proponer que se erigiera una estatua de su dirigente estatal, Reginaldo Sandoval, y ya sería el pleno el que tendría que votar si es pertinente o no, puesto que ni siquiera está justificado que se atoren los temas en las comisiones, como ha venido sucediendo.