Morelia, Michoacán

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, afirmó que la comunidad El Aguaje ha superado la problemática del desplazamiento forzado, problema social que le aquejó durante años y que llevó a convertirlo hace años, en un pueblo casi fantasma.

El Aguaje es una tenencia que se encuentra a escasos minutos de llegar a Aguililla. En sus paraderos de autobuses, casas y tiendas de la avenida principal, se le podía observar lleno de marcas de balas, consecuencia de conflictos territoriales entre grupos delictivos.

En entrevista, el mandatario estatal aseguró que la inseguridad que provocaba el desplazamiento forzado es cosa del pasado en la localidad. Según Ramírez Bedolla, este fenómeno se registró hace aproximadamente tres o cuatro años.

El gobernador destacó que la localidad ha recuperado su vocación productiva, subrayando que las huertas de limón están floreciendo nuevamente.

“Las huertas están floreciendo, hay que darse una vuelta por El Aguaje”, finalizó.