El informe, que recopila datos de fugas de metano en España y países exportadores, destaca que reducir estas emisiones tendría un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático

Madrid.- El 30 % de las emisiones de gas metano (CH4) son de origen natural -la mayoría procedentes de humedales- pero el 60 % son "derivadas de la actividad del ser humano" y la mayoría provienen de la explotación, extracción, tratamiento y quema de combustibles fósiles.

Así lo indica un informe elaborado por la Fundación Renovables que cuantifica las fugas en España y países importadores de este gas, al que considera responsable del 30 % de aumento en la temperatura media global, ya que posee un potencial de calentamiento hasta 82 veces mayor que el dióxido de carbono (CO2), por lo que exige la creación de un Plan Nacional para reducir su uso.

El texto añade que la permanencia del CH4 en la atmósfera es inferior a la del CO2, por lo que reducir sus emisiones tendría "un mayor impacto a corto plazo en la lucha contra el cambio climático".

Fugas

El análisis recopila información pública de las detecciones de metano realizadas por diferentes satélites en los sectores relacionados con el petróleo, gas, carbón y residuos: según la Agencia Internacional de la Energía, sólo durante 2023 el total de emisiones en el sector de los combustibles fósiles alcanzó las 120 millones de toneladas.

También monitoriza vía satélite las fugas descontroladas o puntuales que se registran en el planeta que, afirma, oscilan entre una y veinte toneladas por hora.

Las originadas en procesos de exploración o producción de petróleo y gas fueron de "aproximadamente 40.000 toneladas métricas", el equivalente al CO2 emitido con el consumo de 2,8 millones de barriles de crudo.

El sector residuos también es responsable de fugas de CH4 y de hecho es el que más las ha incrementado durante los últimos años, con 27.000 toneladas el último año, el equivalente a la energía que se necesitaría para cargar 94.000 millones de teléfonos inteligentes.

Las cifras aportadas por el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano contabilizan, desde 2022 hasta el primer semestre de 2024, un total de 3.697 fugas en todo el planeta que liberaron a la atmósfera una estimación de 74.623 toneladas, lo que equivale a conducir casi 465.000 coches de gasolina durante un año.

En España y fuera de ella

El informe recoge las fugas de los principales países que exportaron energía a España durante 2023: Estados Unidos (366 fugas), Argelia (354), Irak (88), Libia (82), México (44), Rusia (63), Kazajistán (37), Arabia Saudí (28) y Egipto (25).

En el caso español, al no disponer de fuentes fósiles propias, los satélites no han registrado fugas en las instalaciones del sector energético sino en el sector residuos: 29 procedentes de vertederos, que emitieron 212 toneladas de metano, el equivalente al CO2 por el consumo eléctrico anual de 1.155 viviendas.

Plan Nacional

Ante esta situación, la Fundación Renovables ha exigido la creación de un Plan Nacional de Reducción de Metano, que incluya las medidas del reglamento específico aprobado por la UE y fije objetivos sectoriales de reducción de emisiones para los sectores agrícola, de residuos y de combustibles fósiles, así como la aplicación de medidas específicas para cumplir estos objetivos.

Entre esas medidas figura la determinación del total nacional y por sectores de emisiones, la ejecución de objetivos de reducción globales y sectoriales a 2030, un compromiso de financiación específica y la evaluación del impacto sanitario y social de las emisiones y las medidas para mitigarlo.