Morelia, Michoacán a 16 de agosto de 2024.- El se llama Jesus Hernández Ávalos y a sus 21 años posee una muy llamativa voz, tan solo el entonar un mínimo canto, logra alcanzar los recuerdos que mucha gente dejó en el pasado y que la música clásica los traen al presente.
Desde muy pequeño, la injerencia que su familia le dio por el gusto de la música se percibió a gran escala cuando Jesús comenzó sus primeros pasos en el coro de la iglesia y a la postre, decidiera incursionar en las escuelas de canto, buscando solventar los gastos de las mismas yendo todos los días al Centro Histórico y recitando obras de opera.
«Mi amor por la opera nació en un coro de una iglesia, allí fue donde yo empecé a cantar; después me uní a un coro, el coro de niños cantores y después fue cuando ya me nació mucho el amor por la música clásica, por la opera y por ello que quise estudiar la carrera de música… Ahorita solamente estoy en la escuela y todas las mañanas vengo al Centro Histórico de Morelia, de igual estoy tiktok e Instagram con mi nombre… Estoy más o menos como desde las 10 de la mañana hasta las tres de la tarde».
Con la entonación adecuada, Jesús comenta que la música clásica es su pasión y le pide a la gente que no se olvide de ella, que a pesar de la música rápida que se escucha hoy en día, para todos momentos existe distinta géneros.
«Quiero aprovechar el espacio para fomentar la cultura y el arte porque es algo que se está perdiendo, que no se está tomando mucho en cuenta ya que él consumo de música rápida está afectando mucho a las personas que vaya, damos la vida en esto, porque válgame, mi carrera dura 9 años… Todo es poco a poco, hay música para todo momento, momentos de relajación, momentos poco más tenso, ayuda mucho a sobrepasar los momentos del día a día».
Es así como Jesús sale con todo el espíritu, con su celular y una pequeña bocina que pone el sonido de fondo, agarra aire y con su potente voz, comienza a entonar con toda su pasión la música que ama y por la cuál, sigue peleando para demostrar que también vale la pena, haciendo recordar a más de uno la cónica frase de Luciano Pavarotti: «Pienso que una vida por la música, es una vida bien aprovechada y es a esto a lo que me he dedicado»