En el Panteón Municipal, la afluencia empieza desde un día antes para limpiar lápidas, regar plantas y acomodar todo para pasar un rato el 10 de mayo

Aholibama Andrade / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Como cada 10 de mayo, en México y otros países se celebra el Día de las Madres, una fecha en la que restaurantes, plazas y centros comerciales se suelen llenar con cientos de familias que buscan festejar a uno de los pilares de cada hogar. Sin embargo, hay otros lugares que suelen tener una afluencia bastante activa, pero sin las características decoraciones o alegría típica de este día, uno de estos espacios son los cementerios.

En el Panteón Municipal de Morelia, ubicado en la colonia Morelos, las familias se preparan incluso desde un día antes para que el 10 de mayo tengan todo listo, pues desde las 7:00 de la mañana se podía ver a algunos ciudadanos cargando cubetas, escobas y ramos de flores para asear y adornar la tumba en que descansan sus progenitoras.

“Nosotras llegamos aquí desde las 8 para limpiar y recordar a mi madre que en paz descanse, porque al rato ya viene más gente y el calor se siente más”, indicó la señora Raquel en un sondeo realizado por La Voz de Michoacán.

Al recorrer los pasillos de este panteón con más de un siglo de historia se podía ver a distintas familias que en silencio recordaban a sus madres, abuelas o tías; otras familias lloraban mientras los músicos del recinto entonaban las canciones que más les gustaban a sus difuntas; incluso había familias que llevaban un pequeño almuerzo para convivir en la tumba de sus seres queridos. Pero también se hacían notorias algunas tumbas más solas, incluso parecían abandonadas pues el paso del tiempo va deteriorando las lápidas y el polvo impide que se lean los epitafios.

Entre los nichos se encontraba el señor Martín junto a la tumba de su suegra que falleció hace 18 años. Con los ojos llorosos y una guitarra acústica tocaba alabanzas que su suegra disfrutaba, pues indicó ella era cristiana. Pero la canción con la que más la recordaba era “Qué sería de mí”, de Jesús Adrián Romero, la cual cantaba con una voz cálida, pero a la vez triste.

Unos metros adelante estaba la familia Contreras acomodando algunos claveles rojos en los floreros de la tumba de la bisabuela, “venimos cada año en el Día de las Madres más que nada para acompañar a nuestra abuela a que visite la tumba de su mamá, también venimos cada 2 de noviembre”, añadió el joven Jesús Contreras mientras limpiaba la lápida.

Cerca de la fuente central del recinto estaba la señora Delia Arévalo en compañía de su hija Griselda, quienes llegaron alrededor de las 9 de la mañana, ellas visitaban la tumba de su madre. “Toda la vida la recuerdo, ella me enseñó a salir adelante, me enseñó a trabajar, eso recuerdo siempre, le doy gracias a dios que mi madre me dio todo, mucha bendición (…)”, mencionó la señora Delia con la voz entrecortada y lágrimas que recorrían sus mejillas. Para finalizar, añadió lo siguiente: “quieran mucho a sus madres porque cuando se van nos hacen mucha falta, porque en esta vida madre sólo hay una”.

Por último, la ciudadana Moni que iba con rapidez a la salida del panteón comentó que “es un día triste para muchos de nosotros, pero también tenemos que estar felices y celebrar a las mamás de las familias, y ¿por qué no? recordar y agradecer lo que nuestras madres han hecho por todos nosotros”.

En la oficina del Panteón Municipal Alan, uno de los empleados, indicó a esta casa editorial que la afluencia por el Día de las Madres empieza desde la mañana previa a la celebración, en este sentido el 9 de mayo registraron 3 mil visitantes. Mientras que desde las 7:00 horas del 10 de mayo ingresaron las primeras 200 personas al recinto y para las 10:30 el conteo aproximado era de 2 mil 600 ciudadanos.

Añadió que el 10 de mayo de 2023 tuvieron un total de 17 mil visitantes, por lo que suele ser uno de los días en que más afluencia tiene el Panteón, pero no se compara con la cifra del Día de Muertos que el año pasado llegó a alrededor de 100 mil asistentes.

En la Avenida Arnulfo Ávila, mejor conocida como la calzada del panteón, la cual llega a la entrada principal del recinto se encuentran distintos puestos de flores y algunos de comida. Una de las comerciantes indicó que las ventas suben en este día, pero de igual forma no lo comparan a las ganancias que obtienen el Día de Muertos. “Si hay buena venta, a pesar de que hay familias que ya llegan con sus flores hay otros que vienen de rápido y aquí las compran con algunos de nosotros para no andar cargando desde sus casas o trabajos”, puntualizó la comerciante.