Ambos tipos de bebida tienen características particulares como grados de alcohol y concentración de sabores y aromas
Uno de los aspectos más interesantes en el tema de los vinos y licores es el proceso que origina cada tipo de bebida. Más allá de los ingredientes, no todas ellas se elaboran de la misma manera y, por lo tanto, no poseen las mismas características. Sin embargo, esto es generalmente desconocido por la mayoría de los consumidores.
Si quieres saber más al respecto y volverte un conocedor del tema, en este artículo, exploraremos las diferencias clave entre dos grandes grupos de bebidas: las fermentadas y las destiladas. Será interesante conocer los detalles y sus diferencias, que te permitirán elegir con mayor conocimiento y disfrutar cada trago.
¿Cómo se elaboran las bebidas fermentadas?
La fermentación es un proceso biológico en el que microorganismos como las levaduras o bacterias convierten los azúcares presentes en ciertos ingredientes, como frutas, cereales, vegetales, en alcohol y dióxido de carbono.
Este proceso ocurre de manera natural y ha sido utilizado por la humanidad durante milenios para la creación de bebidas como el vino, la cerveza o el sake.
Etapas del proceso de fermentación:
- Selección de ingredientes: Se eligen frutas (como uvas para el vino), cereales (como cebada para la cerveza) o granos (como arroz para el sake) que contengan una buena cantidad de azúcares.
- Inoculación de levaduras: Se añaden levaduras, ya sea de forma natural o controlada, que comienzan a consumir los azúcares presentes en los ingredientes seleccionados.
- Fermentación: Las levaduras descomponen los azúcares en etanol (alcohol) y dióxido de carbono. Este proceso puede durar desde unos días hasta varias semanas, dependiendo de la bebida.
- Filtrado y embotellado: Finalmente, el líquido resultante se filtra para eliminar impurezas y se embotella para su consumo.
¿Cómo se elaboran las bebidas destiladas?
Las bebidas destiladas, también conocidas como espirituosas, comienzan con el mismo proceso de fermentación, pero luego pasan por un paso adicional: la destilación.
Este proceso se lleva a cabo en utensilios, conocidos como alambiques, diseñados para calentar la bebida, con el fin de concentrar el alcohol y eliminar impurezas, para dar como resultado una bebida con un contenido alcohólico mucho mayor, que se extrae a través de un conducto especial.
Etapas del proceso de destilación:
- Fermentación inicial: Se elabora una bebida fermentada básica (como una cerveza o vino). Esta contiene una baja concentración de alcohol, usualmente entre el 5% y 15%.
- Destilación: El líquido fermentado se calienta en un alambique. El alcohol, que tiene un punto de ebullición más bajo que el agua, se evapora primero. El vapor alcohólico se captura y luego se enfría para condensarlo nuevamente en forma líquida.
- Corte de fracciones: Durante la destilación, el maestro destilador separa diferentes fracciones del líquido. El corazón de la destilación, que es la parte más pura y deseada, se separa de las cabezas (contienen compuestos no deseados) y las colas (que pueden tener alcoholes más pesados).
- Envejecimiento y embotellado: Algunas bebidas destiladas, como el whisky o el ron, requieren un proceso de envejecimiento en barricas de madera para desarrollar sabores más complejos. Otras, como el vodka o la ginebra, se embotellan inmediatamente después de la destilación.
¿Cuáles son las diferencias entre las bebidas destiladas y las fermentadas?
1. Contenido de alcohol
Como ya mencionamos, uno de los contrastes más evidentes entre las bebidas destiladas y las fermentadas es el contenido alcohólico.
- Las bebidas fermentadas suelen tener un bajo porcentaje de alcohol. Por ejemplo, la cerveza tiene un contenido alcohólico que oscila entre el 3% y el 8%, mientras que el vino varía entre el 8% y el 15%.
- Las bebidas destiladas, por otro lado, tienen un contenido mucho mayor de alcohol, generalmente entre el 35% y el 50%. Bebidas como el vodka, el ron o el whisky suelen tener una graduación alcohólica alrededor del 40%.
2. Proceso de elaboración
El proceso de elaboración es otro punto clave de diferenciación. Las bebidas fermentadas pasan únicamente por la fermentación, mientras que las destiladas requieren un paso adicional de destilación. Gracias a esto, suelen contener menos impurezas.
3. Sabor y aromas
El sabor de las bebidas fermentadas tiende a ser más ligero, fresco y frutal, ya que no han pasado por un proceso de concentración como las destiladas. Por ejemplo, un vino blanco tiene notas cítricas y florales que provienen de las uvas fermentadas. La cerveza puede tener sabores que van desde el amargo del lúpulo hasta el dulce de la malta.
Las bebidas destiladas, en cambio, poseen sabores más concentrados, intensos y complejos. En el caso de un whisky añejado, se pueden encontrar notas de madera, vainilla, especias e incluso humo, debido al envejecimiento en barricas de roble. Las bebidas blancas como el vodka o la ginebra tienden a tener sabores más neutros o herbales.
4. Nutrientes
Las bebidas fermentadas suelen conservar más nutrientes del producto original. Por ejemplo, la cerveza contiene algunas vitaminas del grupo B, fibra y antioxidantes provenientes de los cereales. El vino, especialmente el vino tinto, es conocido por su contenido en polifenoles, que pueden tener beneficios antioxidantes.
En cambio, las bebidas destiladas pierden la mayoría de los nutrientes durante el proceso de destilación, ya que se eliminan los compuestos no volátiles que no se evaporan junto con el alcohol. Por lo tanto, las bebidas como el vodka o el ron no tienen un contenido nutricional relevante.
5. Versatilidad y usos
Las bebidas fermentadas, debido a su menor contenido alcohólico y perfiles más frescos, se suelen consumir tal cual, sin mezclar. Un vino o una cerveza generalmente se disfrutan en su forma pura, acompañando comidas o como bebida social.
Por su parte, las bebidas destiladas son extremadamente versátiles y se utilizan comúnmente en la preparación de cócteles. Un vodka o una ginebra puede ser la base de innumerables combinaciones, desde un Martini hasta un Gin Tonic, y su contenido alcohólico permite mezclarlos sin perder su esencia.
6. Precio
Este no es un factor que diferencie a ambos tipos de bebidas, ya que el precio está más bien determinado por una combinación de factores que incluyen la calidad de los ingredientes, los métodos de producción, el envejecimiento, el volumen de producción y el prestigio de la marca.
En el caso del precio de los vinos tintos, blancos o rosados está muchas veces determinado por el terroir, el proceso de vinificación y el tiempo de añejamiento que son determinantes, mientras que para los licores, el proceso de destilación, la calidad de los ingredientes y el prestigio de la marca también son elementos a considerar.
Además, tanto en vinos como en licores, la demanda del mercado y la exclusividad del producto también influyen de manera significativa en su valor.
Para ilustrar mejor los tipos de bebida, a continuación te presentamos algunos ejemplos:
- Vino: Hecho a base de uvas fermentadas.
- Cerveza: Elaborada principalmente con cebada, lúpulo y agua.
- Sake: Un fermentado japonés hecho de arroz.
- Sidra: Producida mediante la fermentación de manzanas.
Ejemplos de bebidas destiladas:
- Vodka: Destilado de cereales o patatas, con un sabor neutro.
- Whisky: Elaborado a partir de cereales fermentados y envejecido en barricas de madera.
- Ron: Hecho a partir de la fermentación y destilación de caña de azúcar o melaza.
- Tequila y mezcal: Destilados del jugo fermentado del agave azul.
Conclusión
La diferencia entre bebidas destiladas y fermentadas radica principalmente en su proceso de producción y en el contenido alcohólico que se alcanza. Las bebidas fermentadas son más ligeras, frescas, incluso más nutritivas, mientras que las destiladas ofrecen una mayor concentración de alcohol y sabores más profundos, especialmente si han sido añejadas.
Cada una tiene su lugar en diferentes ocasiones y gustos personales. Ahora que tienes más información al respecto, podrás disfrutar con mayor conciencia de cada bebida disponible en cada cena o celebración especial.