Cada 24 de julio se conmemora el Día Internacional del Autocuidado, una fecha dedicada a promover la importancia de adoptar hábitos saludables y sostenibles que contribuyan al bienestar físico, mental y emocional de las personas.
El autocuidado abarca una serie de acciones cotidianas que todos podemos tomar para mantenernos sanos y prevenir enfermedades, como una buena alimentación, ejercicio regular, descanso adecuado, higiene personal, manejo del estrés, uso responsable de medicamentos, y acudir a revisiones médicas preventivas.
Esta iniciativa busca recordar que la salud no solo depende de los servicios médicos, sino también de las decisiones individuales que tomamos día a día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el autocuidado como una estrategia clave para reducir la carga de los sistemas de salud y empoderar a las personas para que se conviertan en agentes activos de su bienestar.
Además, el autocuidado no solo es físico. Invertir tiempo en la salud mental, en establecer límites personales, en cultivar relaciones sanas y en reconocer nuestras emociones también forma parte esencial de este compromiso con uno mismo.
En tiempos de estrés o incertidumbre —como durante la pandemia de COVID-19— el autocuidado se volvió aún más relevante, demostrando que pequeños actos diarios pueden tener un impacto profundo en nuestra calidad de vida.