Boston, Estados Unidos

Un juez de Estados Unidos desestimó este miércoles 8 de agosto gran parte de la demanda de 10,000 millones de dólares presentada por México contra los estadounidenses que facilitan el tráfico de armas de fuego en la frontera entre ambos países.

La demanda responsabiliza a los fabricantes de armas de “socavar sus estrictas leyes de armas al diseñar, comercializar y distribuir armas de asalto de estilo militar en formas que sabían que armarían a los cárteles de la droga y alimentarían asesinatos, extorsiones y secuestros”.

El juez de distrito estadounidense Dennis Saylor, de Boston, no tomó en cuenta las demandas contra seis de las ocho empresas que México demandó en 2021, entre ellas Sturm, Ruger & Company y Glock, alegando problemas jurisdiccionales.

Según Saylor, la conexión de las seis empresas con Massachusetts es “mínima en el mejor de los casos”. Indicó que ninguna de ellas se estableció en el estado y que México no demostró que las armas de fuego vendidas en Boston le causaran daño.

Aunque México argumentó que era probable que algunas armas de fuego vendidas en Massachusetts acabaran siendo traficadas ilegalmente a México, Saylor comentó que el país carecía de pruebas suficientes para demostrar un nexo jurisdiccional.

Lawrence Keane, asesor general del grupo comercial de la industria National Shooting Sports Foundation, dio la bienvenida a la decisión de Saylor de rechazar la “evidente búsqueda del foro más conveniente” por parte de México.

La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo a Reuters que el Gobierno continuará con acciones legales, y otras medidas, en contra de las seis compañías fabricantes de armas.

“Esta decisión no afecta la demanda contra estas dos empresas”, manifestó la dependencia.

Steve Shadowen, un abogado que representa a México, señaló que el país estaba decepcionado con la decisión y estaba considerando si apelar los reclamos desestimados, volver a presentarlos en otros tribunales o buscar otras opciones legales.

México afirmó que más de 500,000 armas se trafican anualmente a México desde Estados Unidos, más del 68% de las cuales son fabricadas por empresas que demandó.