Morelia, Michoacán

La preservación del patrimonio edificado de Morelia requiere de evitar el daño intencional que se ocasiona a los monumentos y edificios históricos, aseveró Carlos Hiriart, orador oficial de la ceremonia conmemorativa del Día Internacional de los Monumentos y Sitios.

En el andador Hidalgo, autoridades municipales, investigadores y divulgadores del patrimonio edificado de la ciudad se congregaron este jueves para conmemorar el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, donde Carlos Hiriart destacó que los daños deliberados que resultan, sobre todo, de manifestaciones sociales y gremiales, constituyen uno de los pricipales retos para la ciudad.

Destacó que “lamentablemente vemos grupos sociales que no respetan el patrimonio, lo dañan con intención y no tienen identidad cultural hacia el patrimonio que es de todos”.

A los requerimientos cotidianos que conlleva el cuidado del patrimonio edificado, como gestión del turismo, aprovechamiento y preservación, se suma así la intervención ante la movilización social y gremial que se traduce en pintas, pegatinas y daños a los monumentos históricos.

Por su parte, el titular del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) en la entidad, Jaime Hernández, refirió que la agresión y la falta de compromiso con la preservación que enfrentan los monumentos históricos han llevado a que el Centro Histórico de Morelia tenga “tiempos difíciles”.

Y es que el daño que amaga al patrimonio edificado no se limita a las intervenciones de grupos sociales o gremiales, sino que una conservación o restauración “a medias” y sin el apoyo de personal especializado también es perjudicial.

Jaime Hernández llamó a asegurar la disposición de normas y leyes actualizadas y suficientes para garantizar el actuar de las autoridades en el manejo el patrimonio edificado.

Finalmente, el gerente del Centro Histórico, Gaspar Hernández Razo, recordó que en Morelia se tienen mil 113 monumentos históricos reconocidos, además de inmuebles dentro de la zona, cuya preservación impacta en la conservación del patrimonio edificado.

Y es que no sólo las autoridades tienen responsabilidad en el cuidado de los edificios históricos, sino también los ciudadanos, tanto como propietarios de los inmuebles como habitantes del espacio.