Desde agosto, las fuerzas estadounidenses han reforzado sus operaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, desplegando buques de guerra y tropas para apoyar interdicciones marítimas
La Habana, Cuba. - El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, acusó este viernes al secretario de Estado de EUA, Marco Rubio, de mentirle a sus “aliados” del G7 para “justificar” el despliegue militar de Washington en las costas del mar Caribe cercanas a Venezuela.
“El secretario de Estado de EUA miente, como de costumbre, frente a sus supuestos aliados del G7 respecto al narcotráfico y las supuestas amenazas a su país desde Venezuela”, escribió el canciller caribeño en sus redes sociales.
Rodríguez agregó que “la falacia es su único recurso para justificar un despliegue militar desproporcionado, extraordinario, movilizado bajo falsos pretextos, con el cual ha llevado a cabo ejecuciones extrajudiciales en aguas internacionales, en grave violación del Derecho Internacional”.
“Acude a la bicentenaria y desprestigiada Doctrina Monroe, llamando a sus “aliados” a no entrometerse en los asuntos de “su hemisferio”, afirmó el jefe de la diplomacia cubana.
Rubio dijo el miércoles en una reunión de ministros de Exteriores del G7 que las fuerzas militares de EUA tenían todo el derecho a operar en “su hemisferio” y que Europa no era quien para determinar la legalidad de las operaciones contra las lanchas en el Caribe supuestamente cargadas con drogas.
Un día después, el jueves, el Pentágono presentó la operación “Lanza del sur” sin explicar los objetivos de la estrategia contra el narcotráfico originado en Latinoamérica. Ello genera más tensión por la presión de la Administración del presidente, Donald Trump, sobre Venezuela y Colombia con ataques a lanchas supuestamente cargadas de drogas en el Caribe y en el Pacífico oriental.
Desde agosto, las fuerzas estadounidenses han reforzado sus operaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, desplegando buques de guerra y tropas para apoyar interdicciones marítimas.
Según informes oficiales, se han incautado más de 76,000 libras de drogas y se han realizado al menos 15 ataques a embarcaciones, resultando en la muerte de más de 60 personas a bordo.
El despliegue incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford y varios buques de guerra, como parte del esfuerzo de la Fuerza de Tarea Conjunta y del Comando Sur, lo que representa un aumento significativo de la presencia militar estadounidense en la región.
Cuba, aliada histórica de Venezuela, ha tachado de “ilegal” la destrucción de estas lanchas y advertido que, tras esas acciones, “la amenaza del uso de la fuerza contra Venezuela se incrementa con los anuncios de una nueva fase de la escalada que incluiría acciones militares contra objetivos terrestres”.
Además, el Gobierno cubano alertó que “no puede aceptarse legal o moralmente” lo que considera “pretextos” de EUA para una eventual agresión militar a Venezuela y llamó a una "movilización internacional" para evitarla.