Los soldados encontraron: siete fusiles de asalto, 20 cargadores con más de 900 cartuchos útiles, 41 artefactos explosivos caseros, una caja con explosivos, una cubeta de pólvora negra, además de equipo táctico

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. - La madrugada aún no se despejaba sobre Los Reyes cuando el retumbar de los helicópteros militares rompió el silencio de la sierra. Era el cierre de una cacería que había comenzado días atrás, tras un ataque contra el Ejército Mexicano que dejó seis soldados muertos por una narcomina colocada en un camino rural en la zona de El Santuario, en los límites de Michoacán y Jalisco.

El Estado respondió con toda su fuerza. En el operativo que siguió, tropas federales desplegadas en la región localizaron y detuvieron a un grupo que ilustra el rostro cambiante del crimen organizado: 17 hombres y mujeres, entre ellos 10 exmilitares colombianos con experiencia en combate, ahora al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El sábado pasado, un juez federal con sede en Morelia resolvió su vinculación a proceso. La acusación inicial: delitos contra la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Sin embargo, las autoridades no descartan imputaciones adicionales por el asesinato de los seis militares, ocurrido en el mismo corredor montañoso donde fueron capturados.

La caza en Los Reyes

Todo comenzó el 29 de mayo. Los servicios de inteligencia militar habían detectado la presencia de un grupo armado compuesto por extranjeros y mexicanos. La emboscada contra los soldados encendió las alarmas; los mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) autorizaron un mega despliegue.

La captura fue fulminante. Al irrumpir en un campamento improvisado, los soldados encontraron un arsenal digno de un grupo paramilitar: siete fusiles de asalto, 20 cargadores con más de 900 cartuchos útiles, 41 artefactos explosivos caseros, una caja con explosivos, una cubeta de pólvora negra, además de equipo táctico: placas balísticas, cascos kevlar, chalecos antibalas, y cuatro vehículos, dos de ellos robados.

Los detenidos fueron trasladados bajo un fuerte resguardo militar al Cefereso Número 17 en Buenavista.

¿Quiénes son los detenidos?

Entre los 17 arrestados destacan 11 ciudadanos colombianos. De ellos, al menos 10 cuentan con historial como exmilitares. Algunos, según fuentes ministeriales, pertenecieron a unidades de élite en Colombia, curtidos en combate contra guerrillas y narcoparamilitares. Hoy, sus habilidades se habrían puesto al servicio de uno de los cárteles más violentos de México.

Los nombres de los exmilitares colombianos:

  • Arbey Y.
  • Juan Camilo M.
  • Cristiano A.
  • Joan Mauricio F.
  • Dió Vera Antonio P.
  • Carlos P.
  • Juan Carlos R.
  • Holman Geovanni A.
  • Mauro R.
  • Javier G.
  • Jose Neyid I.
  • Rolando Daniel Z.

A ellos se suman cinco mexicanos:

  • Blanca Leticia C.
  • Adriana Estela E.
  • Jonathan Yahir F.
  • Juan Carlos B.
  • Jonathan Leonides C.

Este golpe al CJNG confirma una tendencia inquietante: la profesionalización del narco a través del reclutamiento de mercenarios extranjeros.

Los exmilitares colombianos no son una novedad en el panorama criminal mexicano, pero la dimensión del grupo capturado y su presunta participación en el uso de explosivos improvisados marca un punto de inflexión.

Fuentes del gabinete de seguridad explican que el CJNG lleva tiempo incorporando personal entrenado para reforzar su capacidad ofensiva. Las minas terrestres, una táctica poco frecuente en México hasta hace pocos años, requieren no sólo conocimientos técnicos sino disciplina militar para su colocación y activación.

El proceso judicial en curso podría ofrecer nuevas claves sobre los vínculos transnacionales del CJNG y su apuesta por un modelo de guerra irregular que combina el terror con la sofisticación técnica.

Mientras tanto, la región de Los Reyes permanece bajo vigilancia extrema. El gobierno federal ha reforzado el despliegue de fuerzas especiales en este enclave estratégico de Michoacán, donde confluyen las rutas de trasiego de droga, armas y dinero.

La reciente operación militar no solo desmanteló un campamento del CJNG dejó también al descubierto que la guerra contra el narco en México ha entrado en una nueva fase, más compleja, internacionalizada y más peligrosa.