Morelia, Michoacán
Productos cosméticos concentran el mercado de los llamados artículos milagro o engaño, promocionados con propiedades que no tienen realmente, cuyos efectos no se han demostrado o que pueden ser perjudiciales para los usuarios.
Tras el arranque de la Semana Nacional contra Riesgos Sanitarios, el pasado lunes, el titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Heber Israel Flores Leal, refirió que en este rubro se encuentran cremas y geles para combatir los signos del envejecimiento, los auxiliares para perder peso, fibras, suplementos alimenticios, entre otros.
En segundo lugar, Flores Leal mencionó los tratamientos para enfermedades crónicas, “aquellos que prometen curar diabetes, cáncer, insuficiencia renal o hipertensión arterial, y que a veces propician que los pacientes dejen sus medicamentos o tienen efectos secundarios adversos”.
Finalmente, indicó los productos que ofrecen aliviar o curar el dolor, los cuales “sí que funcionan, porque tienen esteroides, los pacientes se sienten bien, no tienen un control en su ingesta y luego desarrollan daño renal o síndrome de Cushing”.
El titular de la Coepris explicó que un producto se presume como milagro o engaño, cuando no tiene registro sanitario emitido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), al llevar a cabo la inspección no se presenta una factura y no tiene una etiqueta correcta.
El combate contra los productos milagro o engaño pasa por la detección, aseguramiento y destrucción de los artículos, así como la identificación de publicidad, tanto en medios convencionales como en redes sociales.
Heber Israel Flores agregó que este año se enfocará la Coepris en la revisión de mercados, tanto locales como vendedores ambulantes, que ofertan productos milagro o engaño.
Precisó que la acción de revisión se efectúa en los puntos de venta al consumidor final, porque es “complejo” llegar a los sitios de distribución.
Detalló que la condición de clandestinidad de estos puntos de distribución lleva a que se habiliten en viviendas particulares, cocheras y a través de comercio procedente de China.