El Portal Matamoros en Morelia, un patrimonio histórico, ahora enfrenta problemas de sanidad pública.

Morelia, Michoacán.-A simple vista, el Portal Matamoros luce como una joya arquitectónica del Centro Histórico de Morelia, uno de los patrimonios culturales más importantes de México.

Sin embargo, su atractivo se ha visto opacado por una nueva y bastante peculiar “función” que le han asignado algunos transeúntes: se ha convertido en un urinario al aire libre.

La razón de esta transformación no es otra que la falta de opciones sanitarias en el primer cuadro de la ciudad, lo que lleva a muchos comodinos irresponsables a “facilitarse” la vida usando este histórico sitio para aliviar sus necesidades.

El Portal Matamoros no es un sitio cualquiera; frente a la Plaza de Armas, este espacio es parte del corredor de portales que ha sido testigo de acontecimientos históricos desde la época colonial, cuando la ciudad aún era conocida como Valladolid.

Con su imponente arquería y su vista a la Catedral, el portal fue, y sigue siendo, un lugar de encuentro y paseo para locales y turistas. Sin embargo, actualmente, el portal también recibe olores que no pertenecen precisamente al aire puro.

Portal Matamoros y otros sitios cercanos enfrenta problemas de sanidad en Morelia

Pero la situación no termina ahí. A sólo una cuadra de distancia otro sitio emblemático sufre la misma mala suerte: la Biblioteca Pública Universitaria, cuyos muros y alrededores han sido “elegidos” como lugar de descanso fisiológico para algunos ciudadanos, convirtiéndose en receptores de orina e incluso de heces.

Lo que debería ser un espacio de conocimiento y respeto, ahora, sus visitantes se ven obligados a soportar un aroma que desentona con la historia y el valor cultural y el acervo bibliográfico e histórico que resguarda.

Aunque este problema no es reciente, la falta de acciones contundentes por parte de las autoridades locales mantiene a los habitantes en una especie de resignación incómoda.

La propuesta de instalar sanitarios móviles en las inmediaciones del centro histórico, una solución que en otras ciudades ha sido bien recibida, parece aún una utopía para los morelianos.

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Mientras tanto, los transeúntes que desean encontrar un espacio para hacer sus necesidades optan por usar estas zonas, mientras el patrimonio histórico sigue padeciendo las consecuencias de una falta de servicios públicos esenciales.

Con cada paso que se da por el Portal Matamoros o cerca de la Biblioteca Pública Universitaria, los olores y el estado de sus frentes recuerdan que a la capital michoacana aún le falta entender la importancia de mantener no sólo la apariencia, sino también la dignidad de sus espacios históricos.

En un lugar donde se preserva el patrimonio, pero se descuida el bienestar de quienes lo transitan, la situación se convierte en una especie de paradoja que evidencia la necesidad urgente de soluciones de sanidad pública.