En Michoacán, las permanentes alzas presupuestales han hecho del Poder Legislativo el Poder de la abundancia en Michoacán
Morelia, Michoacán.- El Congreso local se ha convertido en un Poder de la abundancia en Michoacán, no sólo por ser el segundo del país con más alto presupuesto, sino también por ocupar la segunda posición en el que cuenta con mayor número de personal en México.
Los recursos destinados a sostener a los diputados locales en el estado, así como a la burocracia legislativa, han crecido de manera sistemática en Michoacán, sin que ninguna de las Legislaturas muestre interés en poner freno al desmedido gasto.
El pasado 16 de octubre, la LXXVI Legislatura local determinó mantener la tendencia aprobando un presupuesto para el 2026 con un incremento del 22.05 por ciento respecto al autorizado para el 2025 tomando en cuenta sólo el presupuesto del Congreso, pues si se le suma el de la Auditoría Superior de Michoacán, el alza para el Legislativo como Poder es del 18.88 por ciento.
Para el presupuesto del próximo año sólo un diputado votó en contra, el priista Guillermo Valencia Reyes, otro más se abstuvo, el morenista Juan Carlos Barragán Vélez, y el resto levantaron la mano a favor para avalarlo.
Con lo aprobado para el próximo año por los actuales diputados, en este siglo el presupuesto del Poder Legislativo local habrá incrementado un 2,564.97% entre los recursos que se le desinaban en el año 2000, frente a lo que se prevé habrá de gastarse en 2026.
Al iniciar el siglo, el presupuesto del Congreso era de 60.7 millones de pesos, una década después, en 2010, ya sumaba 430.6 millones, al pasar otros diez años más, en 2020, sumaba un total de 951.5 millones de pesos, y para este 2025 fueron 1.3 mil millones de pesos lo que ejerció.
Los diputados locales en Michoacán han tenido siempre tendencia a incrementos presupuestales muy por encima de la inflación, no obstante, hay años en que no sólo han permanecido con el mismo presupuesto entre un año y otro, sino que han llegado a aplicarse recortes, aunque esto no es una tendencia generalizada.
Por ejemplo, tomando de referencia los presupuestos Legislativos locales de este siglo, la primera Legislatura que aplicó un recorte al presupuesto de la Cámara fue la LXX Legislatura, lo hizo en el primer presupuesto que le tocó definir, el de 2005, con un recorte del -0.5%.
Otro recorte fue para el presupuesto del 2010, lo realizó la LXXI Legislatura, y fue una baja del 3.07%. Los diputados de esa misma Legislatura realizarían el recorte más importante que ha registrado el Poder Legislativo, fue para el ejercicio fiscal del 2012, cuando el tijeretazo bajó en un 14.76% el presupuesto, pero los entonces diputados no vivirían en carne propia tal disminución, pues iban de salida al momento de autorizarla.
El último recorte al presupuesto de este Poder se registró en 2019, cuando la LXXIV Legislatura, en el primer presupuesto que les tocó definir, decidieron aplicarse un recorte del 6.16%.
En 2016 el presupuesto a ejercer por los diputados permaneció en los mismos términos que en 2015, sin recortes ni alzas.
De ahí en fuera, el incremento presupuestal ha sido la tendencia en el Poder Legislativo. Algunas alzas han sido más escandalosas que otras.
Los integrantes de la LXVIII quisieron asegurar su bono de fin de Legislatura, por lo que en 2001 se aprobaron un incremento del 22.85%.
En la primera posición de las Legislaturas que se han despachado con la cuchara grande se encuentra la LXIX –la primera de la transición en Michoacán- cuando para 2003 sus integrantes se autorizaron un alza del 67.36%. Un segundo incremento, este por 47.74% lo aprobaron para 2004.
En la LXX Legislatura, los diputados se incrementaron los recursos en 2006 por un 20.27%.
Otros que se consintieron con un alza del 53.95% en 2009, fueron los diputados de la LXXI Legislatura, quienes no conformes, para 2011 se aplicarían otra alza significativa del 35%.
Los integrantes de la LXXII Legislatura se consintieron permanentemente, primero al autorizarse un alza del 27.36% en 2013, luego otra del 10.66% en 2014, y una más del 14.97% en 2015.
Los diputados de la LXXIII Legislatura decidirían a su vez, un alza del 11.75 para 2017.