La comunidad de Charapan, Michoacán, muestra un alto índice de participación en la votación, a pesar de los desafíos del autogobierno.
Charapan, Michoacán.- Siete candidatos compiten por la alcaldía de Charapan, municipio enclavado en la zona alta de la meseta purépecha y región que hasta hace dos semanas, vivía la amenaza de que las casillas para la jornada electoral no serían instaladas.
Ocho casillas fueron formalmente establecidas de las 16 que contempla el Instituto Nacional Electoral (INE), cinco en la cabecera municipal, tres más en la Tenencia de Cocucho. Las comunidades de San Felipe de los Herreros y Ocumicho del mismo municipio, son tenencias con autogobierno, por lo que repelen la instalación de casillas y por ende la ingerencia de partidos políticos.
Aun no daban las 8 horas y la fila en las dos casillas ubicadas en la Plaza principal ya comenzaban a crecer. El armado de urnas, mamparas, colocación de mobiliario y contabilidad de boletas retrasó cerca de 40 minutos el arranque de la votación en Charapan.
En Charapan no hubo escases de funcionarios electorales, contrario a ello, sobraron. Mucho menos de representantes de los partidos políticos, esos también estuvieron desde temprana hora esperando la apertura de la jornada.
La escuela primaria Emiliano Zapata, fue sede de las tres casillas restantes de la cabecera municipal, ahí la fila era aun mayor, tanto fuera como dentro de la institución educativa. El ánimo desbordado y las mesas receptoras de la identificación oficial llenas de mujeres participando.
La presencia de uniformados en estas dos sedes fue escasa, contrario a lo sucedido en la Tenencia de Cocucho, donde el idioma indígena prevalece y se escucha como rezo. Ahí el resguardo con armas largas fue evidente, tan así que, el comboy de la Guardia Nacional destinado a la zona, recorrió la sede de manera constante.
La Votación en Charapan
La escuela primaria federal bilingüe de Cocucho permaneció vigilada; su puerta principal fue abierta de a poco, con recelo. Por ahí entró el electorado que, tras una inmensa fila, estuvo esperando votar.
Esa larga espera estuvo más llena de naguas y huanengos que de pantalones largos, el sector femenino purépecha acaparó las urnas que, a las 15 horas, ya sumaban hartas boletas.
Unas sillas al interior de la escuela fueron utilizadas como sala de espera, de ahí, el llamado a las mesas receptoras, el chequeo de la credencial, la mención en voz alta del o la ciudadana, la marcación en las listas nominales y la entrega de las cinco boletas electorales.
La presencia de la prensa fue vista con excepticismo, pero acoplada una vez entablado el diálogo y la importancia de la documentación social.
Fotos: Contramuro
De nuevo la espera, las mamparas para la marcación de las boletas no dieron abasto, para ello mejor se habilitó una silla con otra parte del mobiliario electoral, la causa, una apremiante participación.
Las urnas llenas de boletas, mientras que la tinta indeleble un fracaso, los rolones estaban secos en al menos dos casillas de Cocucho, ya no servían y la gente saliendo sin la marca electoral, no así la credencial, esa fue duranmente presionada para que constara la participación.
De no instalarse las ocho casillas, 5 mil 698 personas inscritas en la lista nominal contempladas en esas mesas, hubieran quedado en el limbo, pues el INE no consideró casillas especiales para la votación en la zona, sino hasta el municipio de Paracho, a casi 50 minutos de Charapan. Lugar al que quizá, los electores con discapacidad no hubieran llegado.