En su reporte quincenal, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) deja de manifiesto que persisten los altibajos en los costos de productos agroalimentarios
Maricruz Rios / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. Un ligero respiro da la inflación en Michoacán, que baja a 4.89 por ciento durante la primera quincena de junio, luego de cerrar la segunda quincena de mayo con una tasa del 5.25 por ciento y en conjunto el mes pasado con una tasa anual del 5.36 por ciento, de acuerdo con las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En su reporte quincenal, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) deja de manifiesto que persisten los altibajos en los costos de productos agroalimentarios del campo y servicios, lo que mantiene una tendencia de “rebote” o “rebeldía” de la tasa de interés a nivel nacional.
Contrario al comportamiento a la baja de Michoacán, la inflación nacional se estimó en 4.78 por ciento al corte de la primera quincena de junio, viniendo de 4.59 por ciento al término de la segunda quincena de mayo.
De hecho, de acuerdo con el reporte del INEGI, Michoacán fue el segundo estado con una mayor “desinflación” durante este periodo, al perder (-)0.25 puntos porcentuales su tasa de interés. Morelia y Jacona también entraron dentro de las ciudades que menos incremento de precios presentaron con tasas negativas de (-)0.09 y (-)0.38 por ciento, respectivamente.
El INPC exhibe que nuevamente son productos del campo los que más elevaron su precio en el tabulador nacional. En primer lugar se colocó el chayote, que se encareció 79.25 por ciento; le sigue la naranja, con 19.29 por ciento; la lechuga y la col incrementaron sus precios en 15.37 por ciento, en tanto que el plátano elevó su costo al público en 11.20 por ciento.
Sigue la ‘rebeldía’
Sobre este tema, Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), ponderó que se mantiene el comportamiento de “rebeldía” de la inflación mexicana, principalmente impulsada por los servicios y altibajos en productos agrícolas.
“La renuencia de reducción de la inflación en los últimos tres meses llama la atención. La inflación por costos se ha vuelto a hacer presente, sobre todo en los productos agropecuarios, específicamente en el componente de frutas y verduras”, reflexionó el también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Si bien la expectativa no es de un brutal incremento de la inflación como sucedió entre 2021 y 2022, Gil Corona reconoce que existe una tendencia de desaceleración en su reducción, lo que conllevaría a que no se normalizaría sino hasta ya entrado el 2026, lo que coincide con las expectativas del Banco de México (Banxico).
Recordó que todo apunta a que la inflación cierre el año arriba de 4.0 por ciento; los especialistas estiman una tasa de inflación de 4.27 por ciento, menor a la tasa anual de 2023 de 4.66 por ciento, pero todavía por encima de la tasa objetivo del Banxico de 3.0 a 3.5 por ciento.
De acuerdo con los cálculos tanto del gobierno federal como de la iniciativa privada, no sería sino hasta el primer trimestre de 2026 que se estaría llegando a esta inflación “normalizada”.
Este comportamiento que la tasa de interés difícilmente tendrá mayores reducciones en los próximos meses. “La tasa de referencia seguirá siendo restrictiva en el presente año. La Junta de Gobierno del Banxico no moverá la tasa para el jueves 27 de junio, se quedará en 11.0 por ciento”.
Por ello, el académico nicolaita también anticipa que “los recortes en este año a la tasa de interés serán menores a las previstos y se terminará el año en 10.0 por ciento”.