Morelia, Michoacán

Tarde, pero a toda prisa, se aprobó la reforma judicial en Michoacán, con los votos a favor de Morena y sus aliados, incluyendo los de reciente adquisición: Xóchitl Ruiz y los diputados del PRD, y en contra del PAN, PRI, MC y los dos independientes.

Fueron 29 votos a favor y nueve en contra, pues no estuvieron presentes Marco Polo Aguirre, de Morena, ni Leinad Abigail Rojas Elenes, de Movimiento Ciudadano (MC).

El cambio de legislatura obstaculizó a los legisladores del partido oficial y sus aliados que Michoacán fuera de los primeros en aprobar la reforma al Poder Judicial que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que su voto llegó cuando ya estaba promulgada.

Los diputados de Morena colocaron pósters con la imagen de Andrés Manuel López Obrador en sus curules y los del Partido del Trabajo (PT) cartulinas con leyendas a favor de la reforma. No conformes con ello, durante la votación, algunas diputadas vitorearon al titular del Ejecutivo y una vez declarada la aprobación, en el pleno resonó la consigna: “Es un honor estar con Obrador”.

Desde antes de leer la reforma, ya habían adelantado su voto a favor en las bancadas de Morena, el PT, el PVEM y el PRD y en contra el PRI, el PAN y MC. De hecho, el PT se atribuyó la idea original de la reforma en los discursos de instalación de la 76 Legislatura pues Hugo Rangel dijo que su partido desde hace años había propuesto elegir a los jueces por voto popular.

Durante la discusión, el priista Guillermo Valencia Reyes consideró ocioso e innecesario el debate, pues existe una suspensión judicial sobre esta reforma, pero que manifestaría su voto en contra de todas formas para honrar a quienes votaron por el PRI.

Argumentó que esta reforma supedita al Poder Judicial al Ejecutivo y fomenta que haya más “yunazos” en el futuro. Es decir, que se perpetúe la corrupción mediante negociaciones para aprobar votaciones a modo.

También culpó a la reforma al Sistema de Justicia Penal implementada hace más de una década, asegurando que esa es la fuente de las fallas en la procuración de justicia.

Los defensores de la reforma, Reyes Galindo del PT, así como Juan Carlos Barragán, Giulianna Bugarini, Belinda Hurtado, Baltazar Gaona y Emma Rivera, se centraron en culpar a los otros partidos de haber pactado con el Poder Judicial para lograr impunidad, decir que los jueces ganan más que el presidente y asegurar que la reforma no afecta a los trabajadores, pero no abordaron el tema de la elección de los jueces y magistrados.

Otros de los argumentos más sonados fue que el haber ganado la elección significa que la gente está a favor de la reforma judicial.

“Tienen un 55 por ciento de la votación en el país, pero hay un 45 por ciento que no está de acuerdo”, reviró Víctor Manríquez, coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano, “hay millones de personas protestando y respaldando al Poder Judicial para que no pierda su independencia”.

Señaló que su partido está a favor de una reforma, pero que fortalezca al Poder Judicial y de que se modifique el método de selección de jueces y magistrados, pero no como se establece en esta reforma y consideró que debió de haberse priorizado el consenso.

Durante su intervención, el petista Baltazar Gaona pidió un aplauso para los diputados y senadores que aprobaron la reforma y acusó a lo partidos de oposición de pactar con la delincuencia:

“Fueron ustedes quienes se coludieron con el crimen organizado y bañaron de sangre al país con la complacencia del Poder Judicial”.

Octavio Ocampo pidió cambiar el término “procuración de justicia” por “impartición de justicia” y aprovechó para defender más a la senadora Araceli Saucedo, asegurando que la han violentado por unirse a Morena:

“No escupan para arriba que puede caerles en la cara”, recomendó.