La clavadista Alison Gibson sufrió un impactante golpe en el trampolín provocando que cayera de rodillas al agua.
Durante la ronda preliminar femenil del trampolín de tres metros, Alison Gibson intentó un clavado de dos vueltas y media hacia adentro, pero para su mala fortuna, no calculó bien el espacio, por lo que sus pies se terminaron pegando con el trampolín.
Sin embargo, la situación no fue perdonada por los jueces, quienes la evaluaron con un cero.
Afortunadamente, la deportista norteamericana salió por su propia cuenta del agua, ya que este incidente provocó cierta preocupación en los espectadores.
Su sueño olímpico no se concretó ya que no obtuvo puntuaciones altas que le permitieran meterse entre los 18 primeros lugares para avanzar a semifinales.