Ciudad de México
Entre aplausos y vítores al expresidente Andrés Manuel López Obrador, asumió la Presidencia de la República Claudia Shenbaum Pardo en el Congreso de la Unión, donde le fue colocada la Banda Presidencial.
“Hasta siempre hermano, amigo, compañero Andrés Manuel López Obrador”, externó la presidenta y dedicó una parte importante de su primer discurso como titular del Ejecutivo a proferir halagos hacia el líder moral de Morena.
“No llego sola, llegamos todas”, externó después. Resaltó que es la primera vez que nuestro país tiene una mujer al frente, al menos desde que se tiene registro, y enunció la igualdad sustantiva como uno de los puntos de su gobierno.
“Durante mucho tiempo fuimos anuladas. A muchas desde chicas nos contaron una versión de las historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres. Poco a poco esa versión se ha ido revirtiendo. Hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de México, y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas”, dijo.
Después, pidió que se le nombre “presidenta” y no “presidente”. Indicó que es un término reconocido por la Real Academia de la Lengua Española que se usa desde hace años, pero además es importante políticamente emplearlo:
“Hago una respetuosa invitación a que nombremos pre-si-den-ta, con ‘a’ al final, al igual que abogada, maestra, ingeniera, doctora, con ‘a’, porque solo lo que se nombra existe”, enunció.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, insistió durante los primeros meses en referirse a ella como “presidente”, aunque en los últimos días rectificó.
En cuanto a su plan de trabajo, Sheinbaum adelantó que se mantendrá la autonomía del Banco de México, se impulsará la inversión extranjera, no se aumentará el precio ni de la gasolina, ni del gas, el diésel o la electricidad y se buscará un convenio con empresarios para mantener el precio de la canasta básica.
Para ello, repitió las consignas del sexenio de López Obrador: “Por el bien de todos, primero los pobres”, “no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre” y se comprometió además a mantener la “austeridad republicana”. Aseguró que “la política se hace con amor” y que condena el racismo, el clasismo, el machismo y cualquier forma de discriminación.