México se ha consolidado como uno de los destinos más solicitados para quienes buscan procedimientos de cirugía plástica. Miles de pacientes viajan cada año desde distintos países atraídos por los costos competitivos y la calidad de algunos especialistas reconocidos. Sin embargo, detrás de esta industria en expansión persiste un problema: la ausencia de cifras claras sobre las muertes y complicaciones relacionadas con estas intervenciones.
De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), en 2024 se realizaron en el país más de 1.2 millones de procedimientos, lo que coloca a México en el sexto lugar mundial en volumen de cirugías. Un dato relevante es que más de un tercio de estos pacientes fueron extranjeros, lo que sitúa al país como un imán para el turismo médico.
La oferta incluye desde rinoplastias y liposucciones hasta procedimientos más complejos como lipoescultura o aumento de busto. Los precios, considerablemente menores que en Estados Unidos o Europa, impulsan este fenómeno.
Pese al auge, no existen estadísticas oficiales que permitan conocer cuántas personas fallecen o sufren consecuencias graves derivadas de malas prácticas médicas. En los registros de mortalidad, las muertes vinculadas a procedimientos estéticos suelen clasificarse bajo términos genéricos como “infección”, “complicación posoperatoria” o “paro cardiorrespiratorio”. Esto invisibiliza la magnitud real del problema.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha clausurado múltiples establecimientos que operaban sin licencia ni infraestructura adecuada. En muchos casos, los procedimientos eran realizados por médicos sin especialidad reconocida en cirugía plástica, lo que pone en riesgo la vida de los pacientes.
También te podría interesar: Video: Explosión de pirotecnia deja un saldo de 28 lesionados
Autoridades sanitarias reconocen que el cierre de clínicas irregulares ha aumentado en los últimos años, pero advierten que el mercado ilegal continúa creciendo gracias a la alta demanda y la desinformación de los usuarios.
Especialistas recomiendan a los ciudadanos corroborar la certificación de los médicos en el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, así como en el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP. También sugieren desconfiar de ofertas excesivamente baratas y de supuestos especialistas formados en cursos exprés o diplomados sin validez académica.
Mientras el país se posiciona como potencia en el turismo estético, la falta de un registro oficial de complicaciones plantea un reto para las autoridades de salud. La transparencia en los datos y la supervisión más estricta de clínicas y profesionales serían pasos clave para proteger a quienes deciden someterse a un procedimiento estético en México.
Fuente: Debate