El impacto de los altos intereses en México: un freno para el crecimiento económico y el bienestar familiar
En México, las tasas de interés siguen siendo muy altas, y cierra este año en 10 por ciento, lo que encarece todo, desde los préstamos personales hasta el financiamiento de proyectos de negocios.
Esto significa que muchas familias tienen que pensar dos veces antes de pedir un crédito y las empresas enfrentan grandes retos para crecer o invertir en nuevos proyectos.
Aunque el prevé que estas tasas bajen un poco en 2025, el cambio será lento y no suficiente para aliviar el bolsillo de la mayoría.
Además, los altos costos también afectan a quienes necesitan créditos para abrir pequeños negocios o mejorar su calidad de vida, complicando la recuperación económica del país.
Por otro lado, estas tasas altas no sólo frenan los planes de las empresas, sino que también limitan la creación de empleos y la generación de riqueza.
Muchos proyectos que podrían dar trabajo o impulsar el desarrollo local simplemente no se realizan porque el dinero que necesitan para arrancar resulta demasiado caro.
Este escenario afecta directamente a las familias mexicanas, que además enfrentan precios elevados en muchos productos básicos debido a la inflación.
Aunque esta ha bajado un poco este año, sigue lejos de los niveles ideales, lo que hace que todo sea más caro y difícil de pagar.
Para el próximo año, los expertos advierten que el costo del crédito seguirá siendo un problema.
Mientras no haya un alivio más rápido, tanto familias como empresas tendrán que seguir lidiando con un panorama económico complicado.
El desafío está en encontrar maneras de impulsar el crecimiento sin que los altos costos sigan siendo una barrera tan grande.