El científico aseguró entonces que su objetivo es tratar enfermedades genéticas raras como la distrofia muscular de Duchenne o el alzhéimer
Pekín. He Jiankui, el científico chino que provocó una polémica mundial en 2018 al crear los primeros bebés editados genéticamente, anunció que está considerando una oferta para trabajar en Estados Unidos.
Durante una mesa redonda en línea organizada por la revista MIT Technology Review, He reveló que un inversor de Silicon Valley le ha propuesto un millón de dólares para fundar una empresa en Estados Unidos dedicada a tecnologías de edición genética para prevenir el alzhéimer, según el rotativo hongkonés South China Morning Post.
"Es una propuesta muy interesante y la estoy considerando. Me gustaría trabajar en Estados Unidos si surge una buena oportunidad", comentó He, citado este viernes por el diario.
En la mesa redonda, He también mencionó que recibió invitaciones para continuar sus investigaciones en un país de Europa del este y en una nación insular no especificados, ofertas que rechazó: "Necesito hacer investigación en Estados Unidos y China u otros países importantes", afirmó.
Durante el evento, He subrayó que su trabajo se limitaría a estudios en ratones, monos y embriones humanos no viables, sin intención de implantar un embrión para crear un embarazo o futuros niños.
En abril, He, que fue condenado a tres años de cárcel en 2019 por las autoridades de su país, afirmó a un medio japonés que su trabajo actual se ajusta a las normas internacionales y que la sociedad acabará aceptando eventualmente esta práctica.
El científico aseguró entonces que su objetivo es tratar enfermedades genéticas raras como la distrofia muscular de Duchenne o el alzhéimer genéticamente determinado mediante la edición del genoma en embriones humanos, y que para sus investigaciones usará embriones desechados y cumplirá las normas locales e internacionales.
En noviembre de 2018, He sorprendió a la comunidad internacional al afirmar que había conseguido crear a las primeras gemelas manipuladas genéticamente para resistir al VIH, lo que acarreó numerosas críticas, especialmente por cuestiones éticas.
Las gemelas formaban parte de tres bebés que nacieron como resultado de un proyecto de edición genética durante la fertilización in vitro de ocho parejas en las que solo los maridos estaban infectados con VIH, para prevenir la transmisión del virus.
El científico se mostró entonces "orgulloso" de su trabajo y recalcó que su estudio no tenía el objetivo de eliminar enfermedades genéticas sino de "dar a las niñas la habilidad natural" de resistir a una posible futura infección del VIH.
Las autoridades chinas determinaron tras una investigación que He realizó el proyecto de forma ilegal para conseguir fama y ganancias económicas.