La alianza entre Morena y el PVEM en Michoacán enfrenta tensiones, poniendo en duda la solidez de la alianza de cara a 2027

Morelia, Michoacán.- La alianza entre Morena y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Michoacán, que fue determinante en la elección de 2024, atraviesa su momento más tenso desde su conformación. La Cuarta Transformación, que en el discurso presume unidad, muestra en los hechos señales de fractura, desgaste y vulnerabilidad.

Las declaraciones del dirigente estatal del Verde, Ernesto Núñez Aguilar, en favor del senador Raúl Morón Orozco como su carta para la gubernatura en 2027, encendieron las alertas en el Comité Ejecutivo Estatal de Morena, que advirtió sobre posibles actos anticipados de campaña y puso en duda la solidez de la coalición.

“No es momento de hablar de candidaturas ni de acuerdos anticipados. En el movimiento estamos por principios, por proyecto, y no por intereses personales ni cuotas”, reprochó el presidente estatal de Morena, Jesús Mora, en un pronunciamiento público que, aunque sin mencionarlo por nombre, apuntó directamente al posicionamiento del líder del Verde.

Y es que apenas unas horas antes, Núñez Aguilar había confirmado que el PVEM respaldará a Raúl Morón rumbo a 2027 y aseguró que esa decisión ya fue comunicada directamente al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, aunque reconoció que “puede no gustarle mucho”.

La respuesta de Morena no se hizo esperar. Jesús Mora fue contundente:

“La unidad no se impone ni se negocia en lo oscurito, se construye desde abajo, con respeto, con diálogo y sobre todo con responsabilidad frente al pueblo”.

Este desencuentro entre partidos aliados deja entrever una fractura en el bloque de la autodenominada Cuarta Transformación. Mientras el PVEM se decanta abiertamente por Morón Orozco, una figura incómoda para la cúpula morenista local, desde Morena se perfila una ruta distinta: impulsar una candidatura femenina, en sintonía con la narrativa de paridad que se promueve desde Palacio Nacional.

Desde la dirigencia morenista se advirtió que cualquier manifestación pública que sugiera respaldos anticipados puede interpretarse como una falta a la legislación electoral y una amenaza a la equidad del proceso:

“Quien quiera representar a la transformación deberá ganarse el respaldo del pueblo, no de las cúpulas”, advirtió Mora.

Por su parte, el dirigente del Verde defendió que su partido no actúa por cálculo electoral, sino por convicciones, y dejó claro que “nosotros tomamos nuestras decisiones”.

Aseguró que su apoyo a Morón Orozco no es nuevo ni improvisado, y que lo comunicó de manera frontal al gobernador desde hace tiempo.

Aunque ambas fuerzas forman parte de la coalición que actualmente gobierna Michoacán, la disputa por la candidatura a la gubernatura podría poner a prueba los límites de esa alianza. La lealtad institucional con Ramírez Bedolla se mantiene, pero lo electoral ya está contaminado.

A este nuevo roce se suma un antecedente reciente que agrava el escenario: hace apenas unas semanas, el Partido del Trabajo rompió públicamente con el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla y no descartó contender por su cuenta en 2027, marcando distancia de la coalición que los unió en 2021 y 2024.

Con este panorama, la 4T en Michoacán no solo luce dividida, sino herida

La salida del PT y el desencuentro con el Verde debilitan el bloque y colocan a Morena en una posición incómoda de cara al reacomodo rumbo al próximo proceso electoral.

Jesús Mora, dirigente estatal de Morena y considerado uno de los brazos políticos más cercanos al gobernador Ramírez Bedolla, tendrá que poner a prueba sus habilidades de operación política para contener la crisis, reconstruir puentes con sus aliados, para garantizar que el proyecto de la 4T no se desfonde antes de tiempo.

Morena Michoacán cerró su pronunciamiento con una advertencia que puede leerse como una línea roja:

“La transformación no es un botín ni una franquicia: es un compromiso con el pueblo y con la historia”.

Entre advertencias veladas, candidaturas adelantadas y rupturas anunciadas, el escenario rumbo a 2027 en Michoacán ya huele a división profunda dentro de la Cuarta Transformación.