Dicen las malas lenguas que ya se rumoran varios cambios en la Fiscalía General de Michoacán debido a la falta de resultados de varios de los que hasta el día de hoy ocupan cargos importantes en el equipo del Fiscal Adrián López Solís.
Para nadie es un secreto que el que será separo de su cargo es Nicolás Maldonado Millán, quien funge como coordinador de Fiscalías.
A decir de varios elementos de la institución, es tanta la molestia del fiscal con este funcionario por su falta de compromiso que todos conocieron lo que hizo irritar de coraje a Adrián López Solís.
Según se sabe hace unos meses dicho funcionario ha estado disfrutando de la vida en diversos restaurantes y cabañas del estado mientras que en la fiscalía buscan al coordinador de fiscales para temas relevantes de trabajo y él nunca les contesta las llamadas, algo que según testigos ha generado el enojo del fiscal y de varios mandos que han sido testigos de lo ocurrido.
Este no sería el único error del maestro Nicolás Maldonado Millán quien fue nombrado en el cargo el pasado mes de agosto del 2019.
Fue el día 13 de junio de este año cuando el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, denunció extorsiones por parte de elementos de la Fiscalía General de Michoacán y de otras corporaciones de seguridad federal en bares y centros nocturnos de la capital durante los operativos de revisión.
Dijo que empresarios dedicados a este giro le informaron que fueron víctimas de extorsiones por parte de uniformados de la FGE y diversas corporaciones de seguridad para que se les pague una cuota y les permitan operar.
“He recibido la información por parte de algunos bares de que están siendo extorsionados, les están pidiendo dinero para permitirles operar, es algo de lo que tienen mucho miedo, que no quieren levantar la voz, pero yo lo hago en su nombre porque es un tema delicado”, enfatizó el alcalde panista.
Al frente de estos operativos iba el coordinador regional, Nicolás Maldonado, además de la extorsión, Alfonso dijo que también amedrentan a la clientela y los propietarios.
Abonado a esto también se sabe que todos los cercanos y allegados del coordinador Maldonado, no cuentan con exámenes de control y confianza (C3) ya que usan sus influencias para no realizar los mismos, algo que es indispensable para poder estar en esos puestos dentro de la fiscalía.
Con tantos problemas al interior de la institución, la falta de compromiso y su poca ética de trabajo de Maldonado Millán es un hecho que tiene los días contados en uno de los cargos más importantes de la Fiscalía General de Michoacán.
Ni modo, ya lo mordió la viborita feliz.