El municipio no puede ejercer recursos públicos para el rescate del Hotel Virrey de Mendoza
Morelia, Michoacán.- El Hotel Virrey de Mendoza, uno de los edificios más representativos del Centro Histórico de Morelia, sigue en un estado de abandono que ha generado preocupación entre la ciudadanía. Sin embargo, las autoridades municipales no tienen facultades para intervenir directamente en su restauración, ya que, según la legislación vigente, se trata de un inmueble privado.
En entrevista con Contramuro, Gaspar Hernández Razo, titular de la Gerencia del Centro Histórico de Morelia, explicó que la ley impide que el municipio destine recursos públicos a la conservación de edificios privados.
“La ley no lo permite. El dinero público no se puede ejercer en inmuebles privados”, afirmó Hernández Razo, quien subrayó que, aunque el inmueble tiene un gran valor cultural, la responsabilidad de su conservación recae exclusivamente en los propietarios.
El funcionario aclaró que el marco legal, tanto a nivel federal como municipal, establece que los dueños de los inmuebles son los encargados de mantenerlos en condiciones adecuadas.
De acuerdo con la Ley Federal de Sitios y Monumentos, así como con el Reglamento de Desarrollo Urbano, el gobierno local no puede intervenir en estos casos.
Aunque el ayuntamiento ha investigado la situación legal del inmueble, se sabe que el Hotel Virrey de Mendoza tiene varios propietarios, uno de los cuales ya ha fallecido.
Sin embargo, el municipio se ve limitado en sus acciones, ya que no puede destinar recursos públicos para restaurar un edificio que no es de su propiedad.
En este contexto, Hernández Razo sugirió que una posible solución podría pasar por una reforma legislativa a nivel estatal que permita el uso de recursos públicos para la restauración de inmuebles privados con valor histórico.
No obstante, también dejó claro que cualquier medida debería estar sujeta a estrictas regulaciones. En resumen, el municipio de Morelia sigue sin tener facultades para intervenir en el deterioro del Hotel Virrey de Mendoza, lo que deja en manos de los propietarios la responsabilidad de conservar el inmueble.