Se les acusa de estar en secta y comprar un convento.

Son 10 las monjas claristas excomulgadas a las cuales se les pide abandonar el convento e el que viven, esto como exigencia del arzobispo de la ciudad española de Burgos.

«Ante la excomunión y expulsión de la vida consagrada, las diez religiosas carecen de título legal para permanecer en los monasterios y dependencias aneja, por lo tanto deberán abandonarlos», declaró el monseñor Mario Iceta durante una conferencia de prensa en aquella ciudad.

«De no producirse una salida voluntaria en fechas próximas, los servicios jurídicos no tendrán más remedio que iniciar las acciones legales a las que haya lugar».

«No hemos establecido un plazo, un plazo prudencial, no queremos actuar de modo precipitado, queremos ser muy respetuosos y esperemos que ellas se den cuenta que, al no ser ya religiosas, no pertenecen a los monasterios y no deben estar en ese lugar», añadió.

A las exreligiosas, se les adjudica haber abandonado la Iglesia y ponerse bajo autoridad de un sacerdote excomulgado conocido por pertenecer al «sedevacantismo», un movimiento que considera erejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII, por lo que a las mujeres se les señala ser parte de una secta religiosa. Así pues el tercero llegó al convento para estar junto a las monjas.

El conflicto llegó a su máximo punto luego de que se supiera que las monjas quisieron comprar otro convento en una localidad vecina, el trato no llegó a concretarse luego de que la transacción fuera «bloqueada en Roma» según confesaron las religiosas quienes también afirmaron ser perseguidas por su jerarquía.

Fuente: BARRONS