Morelia, Michoacán

A los pies de La Guadalupana acuden cientos de devotos, peregrinos que acuden desde diversos puntos para agradecer o pedir favores o, simplemente, mostrar su fe.

Desde el inicio de la calzada de San Diego, los grupos de peregrinos se aprestan a presentar sus respetos a la Madre del Salvador, en el Santuario Guadalupano.

Música y baile expresan el regocijo de los fieles ante este encuentro anual, mientras llevan en brazos y sobre los hombros a sus pequeños e imágenes de la Virgen de Guadalupe, flores, ofrendas y obsequios varios.

No faltan los rezos y los cánticos religiosos, donde los devotos expresan su amor por la Virgen de Guadalupe y su fervor inunda la zona.

A un lado de los peregrinos, se observan los fieles que, solos o auxiliado por algún ser querido, hacen elntradicional recorrido arrodillados, a lo largo de la calzada de San Diego, hasta el Santuario Guadalupano.

Sobre cobijas y tapetes, los fieles se sostienen de la mano de sus seres queridos y de su devoción para agradecer o pedir favores que van desde la salud de sus familias, la resolución de un problema, la estabilidad en su entorno y otros.

Familias y grupos de amigos avanzan hacia el santuario, con la pretensión de participar en las ceremonias eucarísticas en honor de la Morena del Tepeyac.

En su interior, el Santuario Guadalupano aún está acondicionado para las misas, pero en breve se preparará para facilitar el acceso de las grandes peregrinaciones y los grupos de familiares y amigos que visitarán a La Guadalupana.

Aun no es 12 de diciembre, pero a los pies de la Virgen de Guadalupe ya se postran los devotos, con el corazón henchido de fe y fervor.