El vicepresidente de la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas señaló que el vínculo entre ambas naciones está completamente entrelazado.
Redacción / La Voz de Michoacán
Nueva York, EUA. La relación de Estados Unidos con México va a atravesar «turbulencias» con el próximo Gobierno de Trump, pero eso no supondrá que se desmorone el vínculo entre los dos países, dijo este miércoles el vicepresidente de la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas (AS/COA), Eric Farnsworth.
«Dudaría un poco en decir que las cosas se van a desmoronar porque esto es lo que todos dijeron la primera vez» durante el primer mandato del republicano, dijo Farnsworth, quien resaltó que Trump y el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llegaron a tener «una relación muy interesante que casi nadie la predijo», anotó el experto a EFE.
No obstante, dijo que en esta ocasión la relación no será la misma, porque es la presidenta de Claudia Sheinbaum la que lleva las riendas de México, y que a estas alturas es demasiado temprano para determinar cómo será.
«Trump ya ha indicado que va a presionar a México utilizando la influencia del mercado estadounidense para tratar de alentar a México a hacer más en materia de migración. Por lo que Sheinbaum tendrá que decidir cómo responde a esto», dijo Farnsworth.
Otra razón por la que el experto predice que la relación entre los dos países fronterizos no se va a desmoronar es porque el vínculo de Estados Unidos con México está completamente entrelazado a nivel oficial, estatal y local.
«Tal vez en el nivel político superior podría haber cierta turbulencia, y probablemente la habrá, pero las interacciones cotidianas a nivel gubernamental continuarán», explicó Farnswort.
Con respecto al hecho de que Sheinbaum y Trump estén en extremos opuestos ideológicamente, el vicepresidente de AS/COA indicó que eso no supondrá un inconveniente porque los dos políticos mirarán los problemas «a través de la lente de la política interna».
«Trump ha demostrado estar muy dispuesto a interactuar con líderes de izquierda en todo el mundo», y citó los casos del presidente ruso Vladímir Putin, el presidente de China, Xi Jinping, o el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Lo que sí que cree que cambiará será la frontera entre los dos países -tema estrella de la campaña de Trump desde que empezó su carrera a la Casa Blanca en 2016- con leyes más estrictas y una Patrulla Fronteriza más agresiva.
«Estados Unidos ejercerá mucha presión sobre México para que ayude a gestionar esa frontera», aseguró.
Una vía menos diplomática
Con respecto al flujo migratorio que llega a la frontera sur de EE.UU., Farnsworth adelanta que el magnate usará menos los canales diplomáticos para impedir la llegada de inmigrantes -como intentó sin éxito el Gobierno de Joe Biden- y usará «la fuerza bruta de la influencia económica».
«México y América Central ya tienen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, pero el presidente electo Trump habló de imponer aranceles aplastantes a México por la inmigración», señaló Farnsworth.
El Partido Republicano se ha hecho también con el control del Senado, pero aún no se sabe qué partido obtendrá la mayoría en el Congreso, pero según el experto, incluso si los republicanos no se hacen con el poder en esa rama, Trump podría implantar sus medidas por otros medios.
«Si los demócratas ganan la Cámara, será, mucho más complicado (para Trump). Ya que se supone que la política comercial y la política de inmigración deben ser impuestas por el Congreso. (El presidente) no tiene el poder ejecutivo para hacer todos estos cambios, pero si miramos lo que pasó hace cuatro años podemos ver que (Trump) encontró soluciones alternativas, como declarar un problema como una emergencia nacional, por ejemplo», apostilló el experto.
Venezuela, un caso único
Venezuela, país del que vienen muchos inmigrantes, es un caso peculiar, según apunta Farnsworth, ya que Estados Unidos no tiene influencia económica en este momento sobre el país latinoamericano debido a la cantidad de sanciones que Estados Unidos ya ha aplicado sobre el país caribeño.
«Por lo tanto, sería difícil presionar a (el presidente Nicolás) Maduro para que reduzca los flujos migratorios. La única respuesta que hay es que Maduro se vaya y que la democracia vuelva a Venezuela», concluyó el experto.