Morelia, Michoacán
La tarde estaba teñida de un tono naranja que bien podría confundirse con el entusiasmo de Alfonso Martínez Alcázar, quien no dejó de sonreír ni un instante. Su sonrisa, digna de una portada de revista, fue su mejor arma en el cierre de campaña.
A su mitin de cierre de campaña, celebrado en la Plaza Valladolid, le precedió una caminata de Las Tarascas a San Francisco. Agradeció a los valientes que lo acompañaron durante un par de cuadras.
“Alfonso X2” fue su grito de guerra, enarbolando su slogan con el mismo fervor con que un caballero medieval blandía su espada. Tomó la mano de su esposa, Paola Delgadillo, con la solemnidad de quien toma juramento ante un tribunal. “Somos dos”, señaló con emoción, como si esta revelación fuera a cambiar el curso de la historia.
Cada obra y proyecto a los que destinó más de dos mil millones de pesos en su segundo periodo como edil, es decir del 2021 al 2024, aseguró, estaba pensado en sus hijos. Y en los hijos de todos, por supuesto.
Agradeció a los candidatos de los partidos que le respaldan: PRD y PAN. Agradeció a los candidatos a diputados federales Roberto Carlos y David Mendoza; también a Andrea Villanueva, Toño García, Carlos Quintana y Mario Martínez, quienes buscan alzar la mano desde una curul del Congreso del Estado. ¿Por qué tanta pompa? Porque, según Alfonso, necesita un congreso con representación panista para respaldar sus ideales.
Alfonso presumió de los dos mil millones de pesos destinados a obra pública en Morelia durante su gobierno del 2021 al 2024. Busca la reelección, claro, para seguir invirtiendo.
Agradeció a las personas que acudieron a su cierre de campaña, destacó a la representación de la Asociación de Personas con Discapacidad, a Salvador Galván, Germán Ireta, los chalecos rojos, y a los miles de simpatizantes del PRI. También hubo espacio para los partidos que le arroparon, PRD y PAN, con especial énfasis en el ex alcalde panista, Salvador López Orduña.
Se detuvo a agradecer a Santa María y Morelos, de las 14 tenencias de Morelia.
Sobre el tema del agua hizo proyección a dos décadas: “En los próximos tres años, resolveremos los siguientes 20 años”, declaró con la confianza de un vidente; recalcó que del 2021 al 2024, hizo 29 pozos y auguró “un salto a la modernidad” con su proyecto de Ciudad Administrativa.
Todo esto, claro, con la convicción de que de mañana en ocho, todos irán a votar.
Antes de él, desfilaron otros oradores: Andrea Villanueva, candidata a diputada local; Araceli Saucedo, candidata al Senado; y Jesús Zambrano Grijalva. Cada uno con su propio sermón, pero todos con la misma melodía. Zambrano, con su cantaleta de que Xóchitl Gálvez será presidenta de México, se extendió en una perorata sobre cómo se le dará un vuelco a la vida nacional, porque no puede continuar “esta desgracia”. Cerró con los Vivas: “¡Viva Morelia, Viva Alfonso y Viva México!”, enarbolando las esperanzas de todos los presentes.
Así, entre promesas grandilocuentes y una sonrisa inquebrantable, Alfonso Martínez Alcázar cerró su campaña. Resta esperar si los votantes compartirán su optimismo y si su sonrisa de fotografía logrará conquistar las urnas el próximo 2 de junio.
