Morelia, Michoacán
Ni el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ni Revolución Social participaron en las manifestaciones de este domingo en Morelia, puntualizó el dirigente estatal del partido, Guillermo Valencia Reyes, pues estaban en Uruapan.
Esto, en respuesta a las aseveraciones del gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, quien culpabilizó a su partido y a Acción Nacional (PAN) de la radicalización de las protestas en la capital del estado.
“Ni uno solo de mis compañeros participó en la marcha de ayer”, puntualizó el priista.
Acotó que además, la organización Revolución Social no pertenece al PRI, a pesar de que haya sido fundada por él, que es el dirigente, pero sus integrantes en su mayoría no militan en el partido “ni quieren al PRI”.
Por otro lado, concedió que participaron en la marcha de Uruapan, que fue pacífica, y cuestionó por qué no habría de manifestarse si pertenece a un partido político:
“¿A poco por ser del PRI ya no puedo manifestarme? Tengan la certeza de que no fui porque no estaba ahí pero si no, hubiera ido ¿A poco el ser priista me quita el derecho de protestar?”, dijo.
El diputado local recordó que cuando Morena era oposición, se sumó a las causas de la Guardería de ABC y los normalistas de Ayotzinapa y “lucraron por muchos años con las desgracias”.
“Se hacen las víctimas los que paralizaron paseo de la Reforma ¿Esas eran manifestaciones pacíficas?”, cuestionó.
A pesar de lo anterior, el dirigente del PRI no se dirigió directamente al gobernador del estado, aunque fue él quien señaló a su partido, pues considiera que “no es cosa de él”, sino del secretario de gobierno, Raúl Zepeda, y del área de Comunicación Social, por lo que aprovechó para señalar que el funcionario es la pasa comiendo en “restaurantes fifís” y desde que llegó “el estado se ha convulsionado”.
Según Memo Valencia, el homicidio de Carlos Manzo, a quien llamó su amigo, fue “un magnicidio”, pues desde su perspectiva iba a llegar a la Presidencia de la República; aunque se negó a culpabilizar directamente a Morena por lo ocurrido, sino por omisión.