Morelia, Michoacán
Este domingo 20 de octubre se estrenó en el Teatro Mariano Matamoros el filme norteamericano 1992 (2024), dirigida por Ariel Vromen, y con guión de Sascha Penn, a cuatro manos con el director, un triller estilo Hollywood que inyecta grandes cantidades de adrenalina a los espectadores que aman este tipo de cine de acción y violencia.
La cinta, protagonizada por Tyrese Gibson, Scott Eastwood y Ray Liotta, es una obra sin grandes pretensiones que busca, sobre todo, entretener, sin renunciar a ciertas exploraciones en la paternidad de un padre ausente y en los daños que puede producir en sus descendientes un progenitor realmente sádico y asesino.
Bautizada en sus inicios como “Noche sin ley”, la obra está ambientada en la ciudad de Los Ángeles, en 1992, en medio de una revuelta provocada por la liberación de cuatro policías blancos que golpearon salvajemente a un conductor negro.
Para pescar en río revuelto, una familia de estafadores de poca monta decide realizar un robo de lingotes de platino en Metales Plutón, sin saber que un trabajador de mantenimiento de la empresa había elegido el lugar como refugio para salvar a su hijo de las protestas y saqueos callejeros.
A pesar de las críticas de algunos especialistas, en realidad, el filme tiene de todo para mantenernos pegados a los asientos: atracos, tiroteos, puñetazos, carrera de carros, accidentes, crímenes a sangre fría.
Es una mezcla de acción y reflexión que no se ve mucho en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) donde se prefieren filmes más temáticos y reflexivos.